Este lunes por la mañana ha tenido lugar la apertura del testamento de Camilo Sesto en una notaria de Torrelodones, en Madrid. El cantante ha nombrado heredero universal de toda su fortuna a su hijo, Camilo Blanes, quien, curiosamente, no ha acudido al acto, dejando el proceso en manos de sus abogados.
En el testamento, asimismo, se aclara que no hay un albacea como tal y que Cristóbal Hueto, administrador y uno de los mejores amigos de Camilo Sesto, será el encargado de gestionar los objetos del cantante que se van a destinar al museo que tiene planeado crear el Ayuntamiento de Alcoy en honor a su vecino más ilustre.
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Así las cosas, Camilo Jr no volverá a tener necesidades económicas que le obliguen a pasar por el suplicio de someterse a una incómoda entrevista. Y es que entre el efectivo disponible en el momento de su fallecimiento, cuentas bancarias y fondos de inversión, habría más de dos millones de euros.
Además, la mansión de Torrelodones, donde vivió el artista fallecido en los últimos años, está valorada en unos tres millones de euros. Camilo poseía en la misma urbanización otra parcela de 2.500 metros, más otra casa en La Chopera. También era de su propiedad el chalé de Marbella donde pasaba algunos meses al año.
Pero por encima de las inversiones inmobiliarias del cantante están los royalties de las canciones que compuso tanto para él como para otros artistas generan beneficios como derechos de autor estimados en 400.000 al año, según estimación publicada por María Eugenia Yagüe en El Mundo. El beneficiario de esta considerable fortuna es su hijo Camilo Blanes Ornelas, de 36 años.
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