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Risto Mejide la lía en la cárcel: se salta los controles para ver al preso independentista Raül Romeva

Risto Mejide acudió este pasado sábado a la cárcel de Lledoners, en Barcelona, para encontrarse con el preso independentista, Raül Romeva. La visita del presentador ha generado un gran revuelo en la prisión, dado que el publicista se saltó el detector de metales y entró en la zona de encuentros por un acceso inusual, mientras unas 35 personas esperaban en la cola.

Tal es el enfado del jefe de comunicaciones de la cárcel de Lledoners ha solicitado el traslado, según cuenta El Mundo. El encargado de regular las visitas considera que fue "improcedente" y que ha descrito lo sucedido como un "favoritismo evidente" que, en su opinión, "desprestigia de manera lamentable la buena imagen" de los trabajadores. Por ello, ha pedido que le releven de sus funciones y le trasladen a otro puesto.

Aunque el trabajador no cita el nombre de Risto en su informe, fuentes penitenciarias han desvelado al mismo medio que el presentador se encontraba entre las tres personas que se saltaron el control para ver a Romeva. El marido de Laura Escanes iba acompañado de la mujer del político y otra persona, cuya identidad se desconoce.

Risto y Raül se citaron con motivo de una entrevista que este mismo lunes por la tarde se emitirá en el programa Todo es mentira, conducido por Mejide, según él mismo desveló en Instagram. El ex conseller de Asuntos Exteriores hablará de su situación tras más de nueve meses en prisión provisional sin fianza acusado de rebelión agravada con malversación de fondos públicos.

Así se desarrollaron los hechos

En el informe, el jefe de comunicaciones explica lo sucedido en la mañana del sábado paso a paso. Todo comenzó a las nueve de la mañana, cuando tres visitantes se personaron para realizar una "comunicación ordinaria" con el interno Romeva. Se les asignó el locutorio 31. "Ninguna de estas personas está considerada autoridad ni visita institucional (entre otras cosas porque ni son autoridades ni vienen en representación de ninguna institución), por lo que no procede otra forma de entrada salvo la establecida de modo ordinario por cualquier visitante", cuenta.

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Quince minutos después, un funcionario acudió a la sala en la que debían esperar los visitantes para que pasaran por el arco de seguridad detector de metales "en cumplimiento de las normativas establecidas al efecto", pero se encontró con que "los visitantes de Romeva no aparecen ni se encuentran ya en la sala de día".

Poco después, el jefe de visitas fue informado de que las tres personas "han entrado en compañía de la Sra. Subdirectora de Tratamiento" por un acceso distinto al habitual, pasando por "delante de las 35 personas que estaban esperando en la sala" para ver a otros presos. "La entrada se ha producido por la M-17 sin pasar por ninguna medida de seguridad".

El trabajador añade: "Ninguno de nosotros conoce a la Sra. Subdirectora, que ni siquiera se ha presentado antes de entrar por su cuenta con estos visitantes", subraya. Curiosamente, la Subdirectora de Tratamiento fue un cargo nombrado por la Generalitat de Quim Torra.

Los motivos del enfado del jefe de visitas

Por último, el jefe de servicios de Lledoners traslada su "malestar" por cuatro motivos:

"1º: Porque contraviene las normativas más elementales sobre seguridad e igualdad a las que todos estamos sometidos y cuyo máximo garante de su cumplimiento es precisamente el director o en su caso mando de incidencias, tal como establece claramente el punto 1 del artículo 280 del Reglamento Penitenciario".

"2º Porque deja en evidencia el proceder equitativo, imparcial y profesional del departamento, desprestigiando de manera lamentable la buena imagen que con nuestro esfuerzo diario tratamos de mantener y que se evidencian en los murmullos que dicha actitud ha generado".

"3º Porque es un gesto gratuito, innecesario e improcedente, que no beneficia en nada al interno ni a los visitantes, a quienes miran con recelo el resto de personas que vienen al centro, viendo cómo hay un trato asimétrico y un favoritismo evidente entre unos y otros".

"4º Porque al hacer esto sin ni siquiera advertírnoslo, sin ni siquiera presentarse, deja patente un desprecio evidente hacia nosotros, hacia nuestra labor y a nuestra dignidad como trabajadores y como personas".

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das
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vamos que sois mas españoles q nadie, madre mia si es que los catalanes son los español que hay

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