Marc Gasol y España ya están en la final del Mundial tras eliminar a Australia en unas semifinales agónicas. El pívot catalán ha contestado a todos sus críticos con un partido colosal y ha mostrado que sigue siendo el referente absoluto de España tras una temporada brutal en la que ha conquistado el anillo de la NBA. Pero si el oro podría rematar un año insuperable para Marc en lo profesional, en lo personal el barcelonés no puede quejarse; ni en lo material: con un sueldo anual de 20 millones de dólares, solo de ficha, y una vida amorosa, de medalla también.
A sus 34 años, Marc Gasol es campeón de la NBA con los Toronto Raptors y ya ha entrado en la historia, como antes su hermano Pau (38), al convertirse ambos en los primeros hermanos en ganar el anillo de la máxima competición de baloncesto del mundo.
Después del hito americano, el Mundial de China sería la guinda a una impresionante carrera de más de veinte años, los últimos ocho vividos en Memphis, lugar en el que es un auténtico ídolo. En enero se mudó a Canadá para fichar por los Raptors pero los Grizzlies, en agradecimiento a los servicios prestados, le retiraron la camiseta con su dorsal, siendo el primer español en recibir una distinción de tal magnitud en la NBA.

En todo este camino en el mundo del basket, el pívot catalán nunca ha estado solo. A su lado siempre ha permanecido su mujer, Cristina Blesa. Ambos comenzaron a salir en 2007 y se casaron en 2013, cuando Marc tenía 28 y Cristina 26. La boda, celebrada en Cataluña, contó con un gran dispositivo de seguridad, propia del carácter discreto de los contrayentes.

Fruto de su amor han nacido dos hijos. La primogénita es Julia, que llegó al mundo en 2014, en pleno Mundial de baloncesto de España. Luca, el segundo y, hasta ahora, último fue Luca, que nació en 2017.

Tanto Cristina como Marc son muy discretos en su vida personal, aunque salen por Toronto y llevan una vida normal. El jugador de los Raptors no publica aspectos privados en Instagram y tan solo comparte imágenes puramente profesionales o alguna con su hermano Pau. Pese al secretismo, él mismo ha desvelado en entrevistas algunos de sus secretos. Uno de ellos es que fue adicto a McDonald's. No queremos saber cuántos cuartos de libra con queso era capaz de comerse.
Aunque hoy cuida su alimentación, hubo un tiempo en el que no podía resistirse a los manjares de la cadena de hamburguesas: "Gasté en el McDonald's tanto dinero que ahora es el más bonito que hay, han ido poniendo todo nuevo, hasta luces LED", dijo en una entrevista en As. Su aspecto físico le ha granjeado los apodos de Big Marc, Big Spain, El Tanque o Big Burrito.

Pero ni siquiera McDonalds le gusta tanto como Estopa. Al igual que su hermano Pau, Marc es muy fan del grupo catalán, con quienes ha coincidido en más de una ocasión. El tercero de los hermanos, Adrià Gasol, también tiene simpatía por la banda compuesta por los también hermanos, José y David Muñoz.
Como resultado de sus magníficas carreras, Marc y Pau recibieron en 2015 el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. Asimismo, el pequeño de los dos destaca también por su lado más solidario al colaborar activamente con la ONG Proactiva Open Arms.
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