"Arpía". Así se ha dirigido Jaime Ostos Jr. a la viuda de su padre, María Ángeles Grajal, con la que mantiene una guerra abierta cuando están a punto de cumplirse dos años de la muerte del recordado torero.

Jaime Ostos falleció el 8 de enero de 2022, pero su herencia continúa sin repartirse y sus hijos Jaime y Gabriela, fruto de su matrimonio con Consuelo Alcalá, y Gisela, de una relación extramatrimonial con Aurora Díaz, acusan a su viuda de haberse quedado con todo.

Este portal adelantó el pasado martes 26 de septiembre que ha vendido la mansión familiar de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón pero el dinero de la venta no lo repartirá con los hijos de Jaime. Porque la casa estaba a su nombre y no al del torero. Por eso, Jaime Jr. reclama la legítima que según les corresponde a él y sus hermanos, ya que su padre murió sin testamento.

Además, según su versión, en su día Grajal les dijo a él y a sus hermanas que fuesen a su residencia y se llevasen lo que quisieran de su progenitor, pero cuando llegaron allí no quedaba absolutamente nada de valor. Algo que la doctora niega, dejando entrever que va a tomar medidas legales contra Jaime Jr.

Una guerra abierta que sin embargo no ha conseguido que Mari Ángeles pierda la sonrisa. Y es que después de sus cómplices imágenes con José Gandía en la pasada Feria de Abril, la doctora vuelve a dejarse ver con el empresario José Gandía, con quien ha recuperado la ilusión tras el fallecimiento del diestro, tal y como contábamos hace días.

Con el empresario acaba de disfrutar de un fin de semana en Sevilla, en el que ha conseguido olvidarse de su enfrentamiento con los hijos de Ostos. El viernes la doctora y su novio acudían a La Maestranza para disfrutar de la corrida de Morante de la Puebla. Un plan que repetían el domingo, asistiendo al adiós de El Juli a los ruedos en la ciudad andaluza.

En la Maestranza con El Juli

"Me ha encantado porque le he encontrado que era una corrida con mucho picante, con toros complicados, con toros difíciles para tres figuras del toreo como ha habido. Conocí a Juli con 11 años toreando en El Escorial. Es un maestro. Ha salido a puerta gayola a recibir al toro como si fuera un novillero pidiendo una oportunidad. Eso es un testamento que deja ahí de tauromaquia maravilloso para todos. A Jaime le hubiera encantado esta corrida. Y yo he sido una privilegiada", ha apuntado la doctora, con su marido siempre en el recuerdo.

Un fin de semana al que Grajal y Gandía han puesto el broche de oro cenando en compañía de una amiga en un conocido restaurante del que salían sonrientes aunque manteniendo las distancias ante las cámaras.

Mari Ángeles admite que está muy feliz y ha dejado claro que no quiere saber nada sobre los hijos de Ostos, de los que prefiere no hablar para alimentar una tensión que ha ido en aumento en los últimos días: "Todo lo que sea hablar de medicina o de tauromaquia, sí. De lo demás, para nada", ha rematado.

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