La periodista fue el fichaje sorpresa de Antena 3 durante la pasada temporada y ahora se ha convertido en la principal rival de Ana Rosa Quintana en las tardes. Una tarea ardua de la que ha hablado este jueves en El Hormiguero: "A las 8 de la mañana tengo el ojo abierto para ver las audiencias, es un juicio constante para volverte loco".
Sonsoles Ónega ha explicado que conseguir la atención del público por las tardes es más complicado ("las noticias ya están dadas por la mañana, no sabes si compites con una serie, con fútbol...) y que su última manía es hacer el pino antes de entrar en plató: "Lo he hecho siempre pero con la edad se me acentúan las manías y lo relaciono con cosas, ahora el pino con las audiencias. Si son malas, hago el pino para sacudir las malas energías y ya bajo al plató". Y ha añadido: "Hoy he hecho el pino porque un gilipollas me ha dicho una cosa... ¡Y eso no se hace!".
Y es que, tal y como ella reconoce, Sonsoles tiene lo suyo: "Yo hablo con el más allá pero me han dicho que deje de contarlo porque parece que no estoy desarrollada, que soy un ser primario. Yo recibo las energías de quien me las quiere mandar", ha contado. "Cuando Paulina Rubio me dijo que hablaba con Rocío Jurado me la coló, pensé que era de las mías, pero no. Esa entrevista fue grande", ha recordado entre risas.
Pero más allá del estrés del trabajo y las audiencias, Sonsoles está feliz. A sus 45 años y divorciada del padre de sus hijos, Carlos Pardo, ha comenzado una relación con un financiero llamado Juan, tal y como adelantamos en primicia en este portal. Con él ha encontrado estabilidad: "Ahora ya no necesito ligar", ha dicho. "Antes, si quería conocer a un señor o a un chicuelo, tenía que ir con mi flequillo, porque con él me siento segura. Eso sí, si me lo quito, no me reconoce nadie".
