El número dos de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, protagoniza un nuevo escándalo y está siendo investigado por un presunto delito de corrupción. Todas las pruebas le delataban y este miércoles, Big Joke ha confesado haber pagado a "tres o cuatro" periodistas que informaban sobre sus casos.
El policía afirma, sin embargo, que ninguno de estos reporteros ha estado vinculado con la corrupción y que tampoco les pidió hacer "nada específico". Asegura además que solo fue un acto de buena fe porque los periodistas "están mal pagados" y no se reconoce lo suficiente su trabajo: "Cuando los reporteros me acompañaron a cubrir las noticias les di 10 mil baht (unos 259 euros) por su trabajo (…) Tengo entre tres y cuatro periodistas que trabajan conmigo desde hace mucho tiempo".
El agente, que aspiraba a ocupar el cargo de máximo jefe de la Policía Nacional, ha visto sus sueños truncados. Su casa ha sido registrada minuciosamente y los responsables de la investigación han elaborado unos informes que no le dejan en buen lugar y que ya están en manos del primer ministro tailandés, Srettha Thavisin.
Hay que recordar que Big Joke ha sido el responsable de las filtraciones a la prensa tailandesa sobre el caso Daniel Sancho y que mintió a los periodistas españoles asegurando que el hijo de Rodolfo Sancho no se encontraba en la prisión de Koh Samui, generando un gran desconcierto.