Se le acumulan los problemas a la diva de Barranquilla. A sus problemas con la Hacienda española (la Fiscalía ha abierto una segunda causa por un supuesto fraude de seis millones de euros) se unen sus desencuentros con Gerard Piqué por la custodia de sus hijos y ahora una campaña por parte de sus ex empleados. Y es que cocineros, figurantes y ahora también bailarinas están decididos a destapar la verdadera cara de Shakira: "Hice 12 conciertos con Shakira y no me pagó ninguno".
Habla Jenny García, que formó parte del cuerpo artístico de Shakira. Asegura que su experiencia con la ex de Piqué le hizo perder "el respeto por ella". "Hice 12 fechas y no me pagó, y te voy a decir algo, hubiera trabajado con ella sin goce de pago, pero la manera en la cual nos trató a las bailarinas... He trabajado con gente muy exitosa, artistas reconocidos, y eran agradecidos. Ella nos volteaba la cara, jamás nos dio las 'gracias' por nada. Nos regañaba mucho y nos sacaba del escenario porque no quería que apareciéramos con ella en las pantallas grandes", ha contado en el canal de YouTube La Saga. "En los descansos, les decía a los de seguridad '¿Qué hacen aquí las bailarinas? Quítamelas de ahí, no, no, no...".
La bailarina ha revelado que incluso la echaron de su camerino porque Shakira necesitaba entrar al baño: "Mi amiga estaba en tanga y yo tapándome mis chichis (senos) con las manos. Nos echaron al pasillo. Pasaban los de seguridad, pasaban los de la prensa, pasaba todo mundo y yo volteaba a verlos muy incómoda", ha contado. "Les pedí a los de seguridad que nos dejara pasar a vestirnos y nos dijo 'No, que la señora se molesta".
Así es 'La Patrona'
Jenni no es la única ex empleada de Shakira que ha querido contar su experiencia después de que la diva colombiana lanzara el tema 'El jefe', una denuncia a las malas condiciones laborales. Hace unos días, un figurante del videoclip Monotonía afirmó: "Nos prohibieron mirarla a la cara y nos obligaron a mirar hacia la pared cuando ella pasaba".
Hace unos años, Shakira despidió a su chófer y su dama de llaves (eran matrimonio) porque ella no quiso calentarle un pollo de madrugada: "Llevábamos trabajando 17 horas seguidas", aseguraron ellos.