José Luis Moreno ha vuelto a declarar este miércoles 28 de septiembre ante la Audiencia Nacional por la 'Operación Titella'. Más de dos años han pasado ya de aquel 29 de junio en el que el productor de televisión fue detenido por un presunto delito de organización criminal, estafa, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. Semanas después, el tío de Alberto y Laura Caballero depositó la fianza de 3 millones de euros a través de un aval hipotecario, evitando de esta forma su entrada en prisión.
A su salida de los juzgados este miércoles, el ex ventrílocuo ha dicho: "Ha ido estupendamente bien, chicos. Estoy tranquilísimo". Con una sonrisa de oreja a oreja, ha manifestado: "El juez ha dicho que es todo falso". Sobre si piensa que tiene papeletas de acabar entre rejas, le ha quitado hierro al asunto: "No, hombre, confío en la Justicia pero no en la mentira".

Ha llamado la atención la aparente felicidad mostrada por Moreno tras prestar declaración. Tanto es así que incluso en Vamos a ver, Joaquín Prat ha criticado que se haya mostrado como un auténtico "showman" a las puertas de los juzgados.

En junio de 2021, el productor fue detenido en su propia mansión de Boadilla del Monte, escenario clave en la investigación donde los implicados en la trama mantenían reuniones. En la residencia del creador televisivo se incautaron decenas de documentos que están siendo investigados y también máquinas de contar dinero. A lo largo de estos años, Moreno ha pedido el archivo de la causa sin éxito. También ha solicitado que le desbloqueen sus cuentas internacionales para operar en Reino Unido. Esta petición también le fue denegada por la Audiencia Nacional. El pasaporte también le fue retirado.
Hay que recordar que hasta 77 personas fueron imputadas y que las autoridades señalaron al productor de televisión en la cúspide de una organización criminal que se encargaba de estafar a los bancos para después blanquear dinero. Según cifró la Fiscalía, la red habría estafado hasta 85 millones de euros.
Según las investigaciones, Moreno se encargaba presuntamente de visitar los bancos para pedir financiación, aprovechándose de su 'estatus' de persona conocida. Por encima de él, en esta organización jerárquica estaba el empresario Antonio Luis Aguilera, que controlaba la contabilidad de las sociedades del ex ventrílocuo.