El presidente de Mediaset España cambiará este sábado el traje de despacho por el chaqué festivo para reunir a familiares y amigos del mundo empresarial y de la jet-set en el que será uno de los acontecimientos sociales más importantes del año: la boda de su hijo Javier y Catalina Vereterra tendrá lugar hacia las cinco de la tarde en la finca familiar de El Toñanejo, en Medina Sidonia (Cádiz). Tras la ceremonia religiosa celebrarán una gran fiesta en la propiedad familiar. Son amigos del ex presidente de Endesa entre otras muchas personalidades la infanta Elena, José María Aznar, Florentino Pérez o los Sarkozy.

La novia, Catalina Vereterra Gastearena, es hija del abogado Luis Vereterra Gutiérrez Maturana y de María Gastearena Larrea. Estudiante de Cunef, la relación con Javier Prado se remonta a 2017. Javier, el novio, trabaja desde hace cuatro años en Península Capital Advisor, la gestora de capital riesgo de su padre.
La red de amistades del anfitrión en el mundo político, financiero y en determinados sectores de la aristocracia, convierte este acontecimiento en uno de los más importantes de de la crónica social.
Borja Prado, casado con María del Pinar Benítez Toledano, que ejercerá de madrina, es padre de tres hijos. La boda de su hijo será una fiesta por todo lo alto pero también una demostración del poderío que sostiene.
Hijo del administrador de don Juan Carlos, Manuel Prado y Colón de Carvajal (y descendiente del conquistador Cristóbal Colón), y de la marquesa de Zuya, Paloma Eulate y Aznar, el actual presidente de Mediaset se lanzó al mundo de los negocios en la UBS, una de las entidades bancarias más importantes de Suiza. También trabajó para Lazard, Rotschild y presidió Endesa, que abandonó en 2019 con un finiquito de 13 millones de euros para aterrizar en el Mediaset de su amigo Berlusconi, donde no atraviesa sus mejores momentos. Además, es un apasionado de los toros y adquirió en 2013 el hierro Torrealta, ganadería de reses bravas que había pertenecido a su madre.

Madridista, gran amigo de Florentino Pérez y asesor de Key Capital y ACS, Prado se define como monárquico y hombre muy familiar que ha hecho siempre lo imposible por cenar todos los días en casa, aunque tuviera luego que marchar por asuntos de trabajo y volver muy tarde. Contrajo matrimonio en 1990 con María del Pinar Benítez Toledano en Medina Sidonia y ya entonces acudieron Mario Conde, con quien hizo en su momento algunos negocios, la cantante María del Monte, el matador de toros Paco Ojeda y Ana Obregón, con quien mantenía por aquel entonces una enorme amistad. También la infanta Elena, a la que financió la guardería en la que impartió clase en la exclusiva urbanización de La Finca.

Tiene tres hijos, aunque los dos mayores ya han abandonado el nido, y solo la pequeña sigue en casa. Se llama Pilar y ha heredado la pasión de su padre por la tauromaquia. Se dedica a la crianza, el cuidado y la promoción de los toros propiedad de su familia y ha sido definida por el Círculo de Aficionados a la Tauromaquia como la "ganadera más joven de toro bravo en España".

El mayor, Borja, estudió Periodismo en la Universidad de Georgetown, donde también estudió su padre, y trabaja en el área dedicada a la tecnología del Atlantic Council, una organización no partidista que impulsa el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.
Por último el mediano, Javier (que da el "sí, quiero" este sábado), estudió en la Pontificia de Comillas y trabajó durante casi cuatro años en J.P Morgan de México. Desde 2019 es asesor en Península Capital, un fondo creado en 2015 por su padre para gestionar patrimonio del fondo soberano de Qatar (QIA). Con sede central en Londres, comparte jornadas de oficina con Carlos Cortina (hijo del fallecido Alfonso Cortina y Miriam Lapique) y el Jean Sarkozy, hijo del ex presidente francés, muy amigo también de Borja Prado. Al final, todo queda en casa.
