La tenista se ha derrumbado este martes en Barcelona durante su primera declaración ante el juez por un delito de alzamiento de bienes del que están acusados ella y su ex marido, Josep Santacana. La estrategia de Arantxa Sánchez Vicario pasa por responsabilizar al padre de sus hijos asegurando que ella era la encargada de ganar dinero y él de gestionarlo: "Todo lo decidía él". Y mientras él proclama su inocencia, ella ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía.
Así lo ha asegurado Telecinco horas después del inicio del juicio. Al parecer, la tenista se habría declarado culpable de un delito de ocultación de bienes por el que será condenada a dos años de prisión (el mínimo para que, sin antecedentes penales, no se haga efectivo el ingreso en la cárcel; la Fiscalía pide cuatro) y a pagar una multa que supera los dos millones de euros.
La declaración de Arantxa
Nerviosa, con discurso lento y sin poder contener las lágrimas, la tenista ha solicitado a la magistrada un momento para beber agua y recomponerse. Ha reconocido la deuda que contrajo con el Banco de Luxemburgo (6,1 millones de euros) y también que disponía de bienes para hacer frente a la misma. Cuando la jueza le ha preguntado por qué no pagó, la ex tenista ha dicho: "No la pagué porque mi marido me dijo que no. Hice lo que él me decía. Yo soy jugadora de tenis y no tengo conocimiento de patrimonios ni de sociedades. Yo me fie de mi marido".
Hace unos días, contaba en El País el delicado momento económico que atraviesa por haber confiado en Santacana: "Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba. Mi error fue enamorarme. Mi marido me la jugó. Pero no voy a tirar la toalla. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal que seguiré haciendo toda mi vida".
La acusación de la Fiscalía
Asegura que el Banco de Luxemburgo adelantó a un banco español el dinero que la tenista tenía que abonar para liquidar su deuda con Hacienda, cantidad que la entidad bancaria luxemburguesa le reclamó y que asciende a 6,1 millones con intereses.
Para evitar el pago de esa deuda, el fiscal sostiene que Santacana y Vicario "idearon un plan consistente en descapitalizar su patrimonio" y vaciaron sus cuentas corrientes. Hicieron "desaparecer" el dinero que Sánchez Vicario había cobrado en créditos y por reportajes. El fiscal expone que la tenista era propietaria y beneficiaria de, al menos, cinco empresas y titular de varios bienes inmuebles que, después de notificársele la deuda con Hacienda, pasaron a estar a nombre de una sociedad uruguaya.
Por todo, la Fiscalía solicita condenarles por un presunto delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible: reclama cuatro años de cárcel y 8.640 euros de multa para Sánchez Vicario y Santacana, además de 6,1 millones en responsabilidad civil. Vicario ha llegado a un acuerdo con el banco para liquidar su deuda, tal y como ella misma ha declarado este martes.