90 días para Luis Rubiales. Es la suspensión que le ha impuesto la FIFA por su impresentable comportamiento en el estadio de Sídney al besar en la boca a Jenni Hermoso en el momento de la entrega de medallas. Esta suspensión, que es provisional, tiene letra pequeña. Es decir, el que fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol dejará de cobrar su sueldo: a saber, 371.000 euros por su cargo en la RFEF, más 250.000, por su trabajo en la UEFA. Además de perder otras bicocas, tal y como publica El Mundo.
La RFEF se ahorrará los 3.000 euros de ayuda al alquiler que recibe Rubiales, una partida que había generado mucho revuelo porque el directivo vive en Madrid. No podrá hacer uso del coche oficial, que además tiene chófer. Tampoco tendrá a su disposición el móvil ni el ordenador. Todo este sueldo en especie ha quedado en suspenso desde el pasado viernes 25. Hay que señalar que esos 90 días se podrían convertir en 15 años. Daily Mail publica que la FIFA va a presionar para que Rubiales sea inhabilitado durante este periodo. Una sanción, que tachan de ejemplarizante y que no tiene precedentes en la historia del fútbol.
Además, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha abierto diligencias contra Luis Rubiales por un posible delito de agresión sexual. El ministerio fiscal ofrece a la jugadora Jenni Hermoso la posibilidad de denunciar al dirigente del fútbol español por este supuesto delito después de que la futbolista aclarara que el beso en la boca que le dio Rubiales en la entrega del Copa del Mundo en Sídney fue no consentido.
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