Nuevos detalles sobre la inesperada ruptura del artista madrileño y la pintora cubana, cuatro años después de iniciar su relación. La separación entre Alejandro Sanz y Rachel Valdés es el resultado de un largo periodo de crisis regado con muchas discusiones y el desenlace no ha sido, ni mucho menos, amistoso: "Es una lucha de titanes, una lucha de egos".
Afirman que la relación entre Alejandro y Rachel "ya comenzó mal, pues se solapó con otra. Rachel tiene mucho carácter y no facilitó la relación de Alejandro con Raquel Perera, la madre de sus hijos", ha dicho el periodista Aurelio Manzano en Espejo Público. "Ha sido una guerra de titanes, una guerra de egos que terminó con una relación".
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La cubana abandonó la mansión de Somosaguas en la que vivía con Sanz hace ya una semana, aunque todavía no ha finiquitado la mudanza. El sábado 3, Valdés puso distancia física con su ex y cogió un Ave a Barcelona con su hijo, donde se refugiará en las próximas semanas. El mismo día, Alejandro arrancó su gira española en Pamplona, donde agradeció el apoyo a sus fans: "Nunca olviden lo importante que es estar cerca de la gente que uno quiere".

Manzano afirma que la situación es tensa entre ellos y personas cercanas de su entorno temen que pueda filtrarse información sobre lo sucedido, pues no beneficiaría al cantante en este momento tan delicado: "Él no hablará, pero si ella hablara abriría muchos melones".