La novia del año planea ingresar en la clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella después de cumplir con sus compromisos en El Hormiguero. La hija de Isabel Preysler seguirá un estricto programa alimenticio para estar perfecta el próximo 8 de julio, cuando le dará el "sí, quiero" a Íñigo Onieva en el palacio de El Rincón. La propia Tamara Falcó ha afirmado que su objetivo no es adelgazar ("estoy en mi normopeso"), algo que recalcan desde la propia clínica.
"Perder peso no es el objetivo, es un efecto. Pretendemos cambiar el chip, mejorar en el largo plazo, promover un estilo de vida saludable del que este es el primer paso (...) No vas a pasar hambre. No vas a perder peso que no debas. Esto no es una clínica para adelgazar. Esto va más allá", aseguran médicos y nutricionistas de la clínica. El plan, como decíamos, es integral: alimentación, ejercicio y cuidados estéticos y de espíritu. Nada de ruido, polución, estrés ni teléfonos móviles. Los pacientes se aíslan y entran en una burbuja de bienestar rodeada de naturaleza en la que pueden conectar consigo mismos mientras practican yoga, reiki o pasean.
Las claves de su dieta son el ayuno y los líquidos: durante varios días será lo único que ingieran. Todo natural, desintoxicante, laxante, diurético y con gran aporte vitamínico. La 'purga' del organismo comienza el tercer día con la ingesta de las sales de Glauber, cuando los pacientes tienen que reservarse varias horas para descansar en su habitación (sobran los motivos). Después, caldo de champiñones, de guisantes y menta, gazpacho ligero...
Dos actividades diarias y obligatorias: la siesta (se lleva a cabo con con una compresa caliente en el hígado para ayudar a la circulación hepática y facilitar su función excretora) y la lavativas de colon con agua tibia. Por las noches, para despistar el hambre, hay sesiones de cine, conciertos y conferencias. Y todo, por 7.000 euros la semana, aproximadamente. Tal y como ha desvelado su amiga, Pilar Vidal, la marquesa tiene previsto estar allí unos quince días: "Estará unas dos semanas, hasta mediados de junio. Cuando queden como 10 días volverá a Nueva York a por su vestido".
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No es la primera vez que Tamara visita esta clínica, que se hizo famosa gracias a la simpatiquísima Carmen Sevilla. La marquesa de Griñón es una cliente habitual junto a su madre, Isabel Preysler, que suelen reservar 15 días en verano para ponerse a punto. El escritor Mario Vargas Llosa las acompañó durante los años que estuvo con la reina de corazones.
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