Ágatha Ruiz de la Prada, como una de las diseñadoras más importantes del país, tiene mucho que decir acerca de la polémica de Tamara Falcó y su vestido de novia, que finalmente será confeccionado en exclusiva para ella por Carolina Herrera.
"Desde que el primer día que oí que lo iban a hacer estas niñas que no las conocía, estaba segura de que iba a pasar algo", ha confesado Ágatha a los micrófonos de Europapress.
La creadora, que es marquesa como Tamara, en su caso de Castelldosríus, ha desvelado que ella también se ofreció a vestir a la hija de Isabel Preysler cuando la firma bilbaína Sophie et Voilà rompió el acuerdo a tan solo dos meses de la boda: "Yo se lo ofrecí. Se lo dije a su representante, pero me dijo que ya estaba".
Tamara Falcó es la gallina de los huevos de oro, la suya es la boda del año, y las firmas de alta costura se frotan las manos con ella. Tanto es así que tras el comunicado de Sophie et Voilà le llegaron más de 50 propuestas. Finalmente la elegida fue Carolina Herrera, por quien Ágatha siente un gran respeto y admiración: "Lo va a hacer fenomenal (...) No es que quiera a Carolina, es que tengo adoración total por Carolina madre".
No obstante, como diseñadora se ha puesto en la piel de Saioa Goitia y Sofía Arribas, las socias de Sophie et Voilà, y ha empatizado con ellas. En este sentido, le ha dado un toque de atención a la hija de Carlos Falcó: "Si tú crees de verdad en un diseñador, le tienes que dar mano libre, porque si te empiezas a meter en el traje, el traje queda fatal". En su comunicado, las diseñadoras insinuaron que la marquesa pretendía plagiar el vestido de otra firma.
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No es el primer varapalo que la hermana de Enrique Iglesias sufre antes de contraer matrimonio el próximo 8 de julio. Hay que recordar que en septiembre del año pasado, tras anunciar el compromiso en sus redes sociales, salió a la luz el vídeo de Íñigo Onieva besando a otra mujer en un festival de Nevada y la boda, durante dos meses, estuvo en stand-by.
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