En un mundo en el que las maneras de entender el sexo y definirse según los gustos al respecto de cada cual, cada día son más diversas, ahora ha aparecido una nueva manera de alcanzar el deseo sexual; la sapioxesualidad. Se trata de una filia (sapiofilia) que acaba de poner de moda la actriz francesa Sophie Marceau, quien se ha reconocido públicamente como sapiosexual, es decir, que siente atracción erótica y sexual por las personas que tienen un gran conocimiento y son sabios (o sabias).
La también escritora francesa de 56 años ha definido su "filia" durante la reciente presentación de su último libro de poemas, relatos y fábulas titulado La Souterraine. Sophie se hizo famosa en los años 80 por su aparición en la serie de dos películas, La Boum, del director Claude Pinoteau, en las que interpretaba una adolescente que conocía el amor mientras pasaba por la separación de sus padres.

La actriz francesa se hizo más conocida a nivel internacional con su participación en películas como Braveheart, protagonizada por Mel Gipson, interpretando a Elektra King, la mala malísima que trataba de asesinar a James Bond (Pierce Brosnan), a Anna Karenina en la película de 1998, o por su relación con el actor de Los Inmortales, Christopher Lambert.
Según ha hecho público el medio Upday News, la intérprete, que siempre ha sido muy reservada en lo que se refiere a hablar de su vida privada, se ha etiquetado a sí misma con este novedoso término, que se refiere a una manera de sentir atracción que, en el fondo, ha existido siempre entre los humanos.
Cómo se es sapiosexual
Aunque no es exactamente una orientación sexual, sí que se ha convertido en la actualidad en toda una tendencia que puede ser la guía del deseo tanto en personas heterosexuales como en homosexuales y bisexuales.

La sapiosexualidad que se atribuye Marceau, que también está considerada como una intelectual por su actividad literaria, se refiere al hecho de sentirse sexualmente atraído por la inteligencia, el carisma o los conocimientos de una persona, sin importar su físico. No es que no se valore este, sino que pasa a un segundo plano, y lo que realmente produce la excitación sexual y el enamoramiento es la inteligencia (también la emocional o social) o la sabiduría de la otra persona.
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Se trata de una atracción que se da, por ejemplo, entre alumnos y sus profesores, y al parece es más habitual entre las mujeres que entre los hombres, por una cuestión explicada en el libro del escritor israelí, Yuval Noah Harari titulado Sapiens: de animales a hombres, donde asegura que "las mujeres se excitan antes y durante el sexo gracias principalmente a los sentidos del oído y el tacto, mientras que ellos lo hacen más a través de la vista".

Las redes sociales también han ayudado a que se extienda la "filia", ya que ahora las personas se conocen antes a través de la escritura que físicamente, con mensajes y razonamientos de todo tipo, que llevan a conocerse intelectualmente mucho mejor.