En su entrevista con Bertín Osborne en Telecinco, vista por tan solo un 8% de share, Nacho Cano recordó, entre otros asuntos, su romance de seis años con Penélope Cruz y también el fin de Mecano, en 1992. Además, lamentó la cara B de la Movida Madrileña, marcada por el mundo de las drogas y otras adicciones.
El desenfreno coincidió con la arrolladora fama del grupo y se les escapó de las manos: "Durante los cinco primeros años no hubo ningún tipo de gestión de la fama. Hubo más bien ingestión e indigestión", confesó en Mi casa es la tuya.

En este sentido, añadió: "Fueron unos años en los que no había medida, no teníamos tampoco información. De hecho, de mi primer grupo murieron prácticamente todos. Nos lo pasamos muy bien, pero nos pegábamos unos festivales que no tenían fin". Antes de Mecano, Nacho formó parte del grupo de rock adolescente Prisma, que también estuvo integrado por Luis Bolín, Eduardo Benavente y Toti Árboles.
Lamentó también: "En casi todos los grupos de la época palmó gente... Se juntó que no teníamos información, se había muerto Franco y el Madrid de los 80... Es como cuando sueltas a los galgos detrás de las zanahorias... Todas nos las queríamos comer".
Su particular punto de inflexión llegó años después tras un importante susto: "Tuve un colapso importante de salud. Lo tuve jovencito, a los 23 años". El compositor Hans Zimmer, con quien trabajó en Londres, le tendió su mano: "Me metió en un sitio. Estuve ahí unos días y cuando salí me fui a un museo a ver a Tutankamón. Me puse delante un rato y cambió todo".

A partir de entonces, tomó conciencia: "Desde ahí, nada de drogas ni estupefacientes. Probé todo. La suerte que tuve es que mis años intensos fueron pocos".
No es la primera vez que Nacho Cano lamenta la temeraria adicción de aquella época por el mundo de las drogas. Ana Torroja, en diferentes entrevistas, también ha hablado del tema. "El momento que se vivía nos puso en contacto con las droga . Los años 80 fueron una explosión de todo y cuando uno está tan reprimido es como cuando a un niño le prohíbes muchas cosas y quiere probarlas todas. Nosotros vivimos ese momento y probamos, no demasiadas cosas, ni mucho rato , porque a mí no me gusta depender de nada. Te dabas cuenta de que las drogas son peligrosas y pueden más que tú", le contó a Pepa Bueno hace unos años.
Añadió también: "En nuestro caso no nos habíamos metido tan a fondo como para no poder hacer un corte en un momento dado. Luego hicimos campaña contra las drogas".