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Las fotos que prueban el engaño de Enrique Ponce a Paloma Cuevas: lo de Ana Soria comenzó mucho antes

Enrique Ponce y Ana Soria harán su bautizo televisivo como novios este martes en prime time. Más allá de si existen motivos económicos, que seguro los habrá por mucho que Pablo Motos no pague, la aparición estelar del torero y la eterna estudiante de Derecho en uno de los programas con más audiencia parece que tiene también una intención clara.

Se trata de blanquear una relación que nació cuando el torero todavía estaba casado con Paloma Cuevas y la madre de sus hijas permanecía ajena a sus andanzas junto a la rubia almeriense. Pero lo de Ponce y la joven veinteañera no empezó en la primavera de 2020, poco antes de saltar la noticia a la portada de Semana. Tampoco antes de la pandemia, aunque Ponce pasó el confinamiento con Paloma y sus hijas en la finca Cetrina. Fue mucho antes, algunas fuentes apuntaron entonces a que el matador y la andaluza se veían desde que ella cumplió los 18 años. Pero ahora hay pruebas de que al menos en enero de 2020 ya estuvieron juntos de viaje. Y dándose besos en la boca.

Durante mucho tiempo, Enrique Ponce regresaba a casa, con su mujer y sus hijas, y actuaba con normalidad, viviendo su matrimonio en todos los sentidos, como si no existiera otra persona. Hay pruebas gráficas de que hacia finales de 2019 y principios de 2020 el torero estuvo de viaje con Ana Soria por Estados Unidos y México, donde la llevó a alguna corrida. Estuvieron juntos en Aspen (Colorado). Ahora hay pruebas gráficas que así lo demuestran y que proceden del entorno más cercano de la almeriense. Abajo vemos tres imágenes del torero con Ana Soria. Las invernales están tomadas el mismo día de enero de 2020 en Aspen. 

El torero y Ana Soria en Aspen, en enero de 2020.

Otra imagen de la joven estudiante y el diestro, en un coche, también durante su viaje a Aspen. Ana Soria tenía entonces 20 años.

Ana Soria y Enrique Ponce también pasaron por México. El beso prueba que ya entonces mantenía una situación sentimental.

El diestro se ha empeñado en diversas ocasiones en contar lo contrario, porque a veces hace falta más arrojo para decirle la verdad a la pareja que para ponerse delante de un toro de 500 kilos. Pero su viaje a México, en enero del 2020, con una jovencísima Ana Soria, de 20 años, a la que, según él, acababa de conocer en octubre del 2019, no cuadra. Las exhibiciones empalagosas que contemplamos en su primer verano juntos prueban que ella siempre quiso que su relación fuera un trampolín mediático. Igual que las fotografías de la estudiante y su novio cuando se vieron con Pablo Motos para preparar su intervención de esta semana. ¿Quién avisó a los paparazzi?

Pero ahora estamos ante una evidencia mucho más incuestionable: Ana Soria será entrevistada en un programa sin tener mucho que contar, salvo que Pablo Motos vaya a convertir su programa en una revista del cuore y estemos ante el relato amoroso, los detalles escabrosos o románticos de la relación. Porque la joven estudiante no tiene oficio ni beneficio y la única razón de su fama se debe exclusivamente a ser la mujer que robó el corazón al diestro de Chiva.

Ambos se sentarán juntos en plató, así que soslayar la pregunta sobre cómo se conocieron va a ser realmente complicado. Es posible que juntos analicen las penurias y presiones que han tenido que pasar hasta demostrar su amor verdadero, a pesar de las pruebas gráficas que hemos visto en repetidas ocasiones y en diferentes revistas donde les vimos discutir acaloradamente, por mucho que se empeñaran en negarlo. Aunque nos vendiera un amor de película aquellas fotografías discutiendo decían otra cosa.

Y así es como volveremos al cuento de los tiempos. Ese que Ponce inventó cuando su historia de amor se dio a conocer sorprendentemente a golpe de portada de Semana, o días después, en Diez Minutos, subido a un cocodrilo hinchable con su joven amada. Entonces, el diestro se apresuró a dar explicaciones que no concuerdan con los testimonios de muchos amigos y familiares.

Son muchas las fuentes consultadas y todas coinciden en que Enrique y Ana se conocieron tres años antes de que saltara su relación a los medios. Ambos viajaron juntos en varias ocasiones, y fueron vistos en Aspen y México, donde incluso Ana le acompañó a una corrida. Mientras, Paloma esperaba en casa paciente y entregada al cuidado de la familia. En febrero de 2020, Enrique Ponce ya consultó con abogados cómo resolver su futuro sin la mujer con la que estaba casado, según nos explican fuentes de toda solvencia. Pero no rompió con Paloma Cuevas hasta mucho después.

La noticia de su ruptura fue de las más sorprendentes que se conocen en nuestro país. Poco antes de la pandemia, Enrique y Paloma acudían y posaban en eventos juntos, pasaron juntos también el confinamiento y su complicidad era completa. ¿Qué historia nos quieren contar, por tanto, Enrique y Ana? ¿Que el amor es libre y su poder no se puede frenar? Eso es precioso, pero mejor desde la honestidad y con la verdad.

Resulta que son demasiadas las pruebas que demuestran lo que ya suponían muchos: Enrique Ponce estuvo mucho tiempo siendo infiel a Paloma Cuevas con Ana Soria, sin que la madre de sus hijas lo supiera y sin dar el paso de pedirle el divorcio, que llegó mucho después. 

Plena felicidad de Paloma Cuevas con Luis Miguel

Amigos muy cercanos a Paloma Cuevas nos confirman que ahora ella está en un momento de plena felicidad, que las andanzas de Enrique y Ana no le importan lo más mínimo, que el dolor de la traición quedó atrás y sólo le puede preocupar el malestar que la entrevista de blanqueamiento de la almeriense causa en algunas personitas de su familia, que siempre ha mantenido discreción.

La cordobesa quizá solo es culpable de haber querido amortiguar el tsunami mediático con el silencio protector hacia sus hijas. Pero ella más que nadie conoce cuáles son los verdaderos tiempos que marcaron toda esta historia, que llevó al fin de su matrimonio de una manera tan abrupta.

Si uno tiene necesidad de volver sobre el pasado constantemente es por nostalgia o porque algo falla. Veremos cuánto y cómo se cuenta de la relación de Ana Soria y Enrique Ponce el próximo martes en horario de máxima audiencia. La operación blanqueamiento amoroso ha iniciado su cuenta atrás, aunque algunas fuentes del entorno del torero creen que lo que le lleva a El Hormiguero realmente es restregarle a Paloma su relación con Ana, ya que nunca imaginó que el ídolo de su vida, Luis Miguel, y su exmujer se enamoraran y vivieran una historia realmente de película, eso sí, una vez Paloma fue una mujer libre. El amor verdadero no necesita programas de prime time, nunca los ha necesitado.

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Comentarios 6

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io
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Lo siento por Pablo Motos pero si estos dos van a su programa me borro del Hormiguero.

Puntuación 7
#1
Nada nuevo
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Que se puede esperar de un torturador de animales?..

Puntuación 3
#2
yomismo
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Es lógico y normal que le pusiera los cuernos a su mujer, después de trabajar todo el día toreando y viendo los cuernos tan cerca, no le quedo otra que ser el que arreara alguna cornada.

Puntuación 5
#3
ANALISTA DE HECES
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ESA CHICA ESTÁ MALDITA, ES AHIJADA DEL EXCREMENTO CORRUPTO Y SACO DE MIE RDA BALTASAR GARZÓN

Puntuación -1
#4
Adela Ramón
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Todo este artículo está basado, en dicen, han dicho, comentan y termina con un juicio de valor del señor que escribe. Yo a esto simplemente le llamo,"cotilleo de patio de vecindad". Deberían dejarles vivir su vida y los demás vivir la nuestra

Puntuación -3
#5
Eva Santos
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Es una historia que se ha repetido desde que el mundo es mundo, dejar a tu mujer por un bombón de la mitad de años. Mi mejor amiga también dejó a su primer marido 11años mayor por un compañero suyo 11 años más joven que ella…y todos tan felices

Puntuación 1
#6