El ex marido de Carolina de Mónaco ha dado el pistoletazo de salida al verano y ha viajado a Ibiza para comenzar a disfrutar de la playa y el buen tiempo. No lo ha hecho solo. Lo acompaña su novia desde hace dos años, Claudia Stilianopoulos, hija de la inolvidable Pitita Ridruejo, con la que Ernesto de Hannover está encaminando de nuevo su vida tras una temporada protagonizada por los excesos.
El aristócrata atraviesa ahora una etapa más tranquila y alejado de las polémicas que otrora le situaban a la cabeza de los titulares más lamentables. Las adicciones de Hannover al alcohol y otras sustancias le llevaron a protagonizar escándalos públicos y episodios muy violentos (incluso con varios agentes de Policía) por los que llegó a ser condenado a tres años de prisión, que esquivó a cambio de ingresar en un centro de desintoxicación.
Lo hizo en 2021, en el lujoso hotel Vivamayr en Austria, donde siguieron terapias similares otros rostros conocidos como miembros de los Rolling Stones, Kate Moss, Karlie Kloss o Elizabeth Hurley. Hannover ingresó con un peso de 43 kilos, alarmantemente bajo para un hombre de su edad y condiciones.
Está claro que el aristócrata, aún casado oficialmente con la princesa monegasca, todavía arrastra secuelas físicas de aquella época. Estos días en Ibiza se ha mostrado en bañador a bordo de un yate, en las fotos de la agencia Gtres se le ve muy delgado y desmejorado debido a la pérdida de peso que experimentó en su época más dura. Eso sí, se le ve relajado y contento junto a Claudia, sin duda una pieza muy importante en su día a día, espléndida con un bikini mientras toma el sol.
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