Feliz, sonriente y con 0 dramas. Así se ha mostrado Tamara Falcó tanto en su aparición de cada jueves en El Hormiguero, como ante la prensa que le esperaba por la noche en la puerta de su casa. La razón, tal y como ha trascendido este viernes, es que esta "novia a la fuga" huye corriendo a Nueva York este fin de semana para citarse con Carolina Herrera, la famosa diseñadora venezolana, y rogarle que sea ella la solución a todos su problemas con su todavía inexistente vestido nupcial.
Con una inmensa sonrisa y una felicidad que resulta especialmente llamativa, teniendo en cuenta que a 50 días de su boda no tiene vestido de novia ni, en principio, firma elegida para diseñar el modelo que lucirá para dar el "sí quiero" a Íñigo Onieva. Así se pudo ver anoche a Tamara tras contar por fin su versión sobre su desencuentro y posterior ruptura con la prestigiosa firma vasca de costura nupcial Sophie et Voilà.
"Estoy muy feliz, estoy encantada", disimulaba la marquesa, que a pesar del varapalo que ha sufrido con su vestido, tiende a afrontar las cosas con su peculiar positividad y convencida de que a pesar de este "traspiés" su boda será el día perfecto con el que siempre ha soñado.

El motivo de esta inusitada alegría según deslizan en LOC es que la hija de Isabel Preysler ya tiene elegida la firma que diseñará su traje de novia. Y no es otra que Carolina Herrera, como se lleva días asegurando. Al parecer, y aunque no hay confirmación oficial por ninguna de las dos partes, la marquesa y la prestigiosa firma de moda de Puig habrían llegado ya a un acuerdo.
Como se recordará, en el reality Tamara Falcó: La marquesa que se emitió en 2022 en Netflix fue donde nos enteramos de que la muchacha de 41 años se nos casaba, porque pedía precisamente a la hija de Herrera, en el atelier de la firma en Nueva York, que le enseñaran su colección de novia.
Según afirmó este martes en el programa Sálvame José Antonio Avilés, Tamara "tiene un contrato con ese reality con muchísimos datos y uno de ellos es que Carolina Herrera es la persona que le va a vestir para la boda". Es decir, que esto estaba cantado y la jugarreta con la firma bilbaína podría ser un show montado por la caprichosa marquesa.

Tanto la novia como la marca son conscientes de que el tiempo juega en su contra, ya que la boda se celebrará en mes y medio. Por esa razón la marquesa volará este mismo fin de semana a Nueva York para reunirse con Wes Gordon, diseñador al frente de la marca, y hacerse la primera prueba del vestido.
Un diseño que muchos aventuran a que será elegante, de corte clásico y con velo, muy del estilo de la marquesa y con el sello inconfundible de una de las firmas más prestigiosas del mundo, CH. Tamara por el momento ni confirma ni desmiente, pero su sonrisa lo dice todo.
La marquesa de Griñón, como ella misma reconoció tras hacerse público el comunicado de las diseñadoras bilbaínas, en el que aseguraban que su acuerdo se había disuelto "como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó", tiene que empezar con su vestido de novia desde cero. Para la fecha señalada, el 8 de julio, si no hay más contratiempos, en la finca El Rincón se celebrará una boda que, por el momento, tiene novia, pero no vestido. Quizá haya que ponerse de rodillas en Nueva York para conseguirlo.
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