Con los ojos enrojecidos por la emoción, con una mano sobre su premio y otra enfatizando sus palabras. Así irrumpió la estrella británica Kate Winslet en los Bafta de televisión, donde recibió el galardón a la mejor actriz principal por su trabajo en I am Ruth, de Channel 4.
Estaba sentada con su hija, Mia Threapleton. De repente, se escuchó su nombre, Kate Winslet, como ganadora. La actriz se abrazó a Mia y juntas estallaron en lágrimas de emoción. La estrella de Titanic, de 47 años, estaba imponente con un vestido negro de cuello halter.

Mia lloraba. Kate besó a su hija en el pelo. Subió al escenario y lanzó un conmovedor discurso. Las palabras de una madre, como tantas otras madres, que debe enfrentarse a una realidad: el mundo online y las redes sociales y el impacto que tiene en sus hijos adolescentes. "Si pudiera cortar este premio en dos, le daría la mitad a mi hija Mia. Hemos hecho esto juntas. Por estos días de agonía por ella, por lo profundo que cavó en ese territorio emocional a veces tan aterrador, que me dejó sin aliento", dijo. Mia la escuchaba y solo lloraba.

"I am Ruth es una película que ha sido hecha por padres, por madres y por sus hijos. Por familias que sienten que son rehenes del peligro del mundo online y por padres que creen que aún pueden comunicarse con sus hijos adolescentes, pero en realidad no pueden; y por jóvenes que son adictos a las redes sociales y a su lado más oscuro. Esto tiene por qué ser tu vida."
Kate se dirigió entonces a la gente que está arriba, "en el poder", y les interpeló para que cambien las normas: "Por favor, ilegalizad los contenidos dañidos. Quitad los contenidos dañinos. No los queremos. Queremos recuperar a nuestros hijos". El silencio era sepulcral. "No quiero que la salud mental de nuestros hijos nos desvele. A cualquier joven que puede estar escuchando y que se sienta atrapado en este mundo insano, por favor que pida ayuda. No hay que avergonzarse de pedir ayuda". Con la voz quebrada, hablaba como madre y como mujer. En un suspiro deslizó un "gracias".