Una vez más, Tamara Falcó e Íñigo Onieva vuelven a estar en boca de todos. Esta vez, por la lista de bodas que han hecho para su enlace el próximo 8 de julio. Y es que la marquesa de Griñón y el diseñador de coches estarían pidiendo a sus invitados unos regalos solo aptos para pocos bolsillos.

Dentro de lo que cuenta Socialité que pide el futuro matrimonio, está una manta de casimir de 760 euros, una caja (para guardar cosas) de 500 euros, una cubitera de 1.378 euros o una vajilla valorada en 5.595 euros. 

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No obstante, si los amigos y familiares de la hija de Isabel Preysler y el empresario madrileño prefieren regalar en metálico y no escoger nada de la lista, el importe mínimo también está especificado: 150 euros. La cantidad de dinero se debe ingresar en una cuenta bancaria destinada para ello.

Este sábado, Onieva se ha quejado ante la prensa que le esperaba a las puertas de su casa de que se hable de los regalos caros, pero no de los más económicos: "¿Los saleros de 25 euros no los mencionáis?". "Sacáis todo de contexto de una forma que es acojonante", ha dicho visiblemente enfadado y ha asegurado que le parece una "absurdez" todo lo que se está diciendo. 

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Están siendo días intensos tanto para Íñigo como para Tamara. Muleta en mano por el traspié que sufrió en El Hormiguero hace unos días, la hija de Carlos Falcó disfrutó de su despedida de soltera, celebrada el pasado fin de semana en Portugal. "Hubo momentos de desmadre. Me hicieron el test de compatibilidad con Íñigo y lo hice bastante bien. (...) Fuimos a cenar a un sitio que hacían un show rarísimo, parecía un manicomio. Había una señora con gafas de sol que nos empujaba con los abrigos, un tío con la cara verde que me trajo el ramo de novia y luego se desnudó... Muy raro", contó.

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