La marquesa de Griñón ha disfrutado de un fin de semana muy especial en compañía de sus amigas y de su hermana, Ana Boyer, que le han organizado una escapada a Fátima. Tamara Falcó siente especial devoción por esta virgen y no había mejor plan que rezándole el Día de la Madre.

El grupo puso rumbo a Portugal desde el Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas el pasado viernes, todas con equipaje de mano y Tamara en silla de ruedas después de una aparatosa caída por las escaleras que le ha provocado un esguince leve. Con sus muletas, Tamara recorrió el santuario de Fátima y disfrutó también de la gastronomía y los paisajes de la zona. Lo mejor, eso sí, la compañía: "¡Qué bien me lo habéis hecho pasar, chicas!", ha escrito en redes sociales.



Y es que además de visitar a la virgen, Tamara y sus amigas también tuvieron tiempo para desconectar en la exclusiva Praia Princesa, ubicada en la Costa da Caparica.


Iñigo, en el País Vasco
Y mientras Tamara le rezaba a Fátima y se relajaba en el spa, su prometido viajó al País Vasco, también con amigos. Turismo y gastronomía en Donosti: running por La Concha, vistas en el Peine del Viento y comida en el restaurante Mugaritz, de dos estrellas Michelin. Tras disfrutar de las creaciones gastronómicas del chef Aduriz, Onieva y sus amigos pasaron a la cocina para conocerlo y fotografiarse con él.

Ya el domingo, Onieva y sus amigos se pusieron ciegos a pinchos en el casco histórico de Donosti, en uno de sus locales más emblemáticos, para después visitar el restaurante Landa en Burgos para degustar uno de los platos estrellas de la casa: huevos con morcilla.