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El deseo de Jeremy Renner tras el accidente con el quitanieves: "Si tengo que vivir enganchado a una máquina, dejadme marchar"

La estrella de Marvel Jeremy Renner comenzó este 2023 con un gravísimo accidente. Casi se desangra y se muere mientras esperaba la llegada del equipo de emergencias. El actor fue aplastado por el quitanieves en una de las grandes tormentas de Reno, en Nevada, del pasado enero. Ocurrió cuando trataba de socorrer a uno de sus sobrinos. Renner, con 30 huesos rotos y forrado de titanio, ha reaparecido esta semana ante los medios norteamericanos. Iba caminando con la ayuda de un bastón. Todo un ejemplo de superación y de lucha.

El héroe de la gran pantalla es un súper héroe en la vida. En una entrevista exclusica a ABC News (imagen inferior), revelaba cómo ha sido todo este proceso desde su ingreso en la UCI. Recibió a la presentadora caminando con un andador. "Perdí mucho músculo y hueso tras esta experiencia, pero me reabastecieron, me llenaron de amor y de titanio", contaba en la televisión.

El actor, de 52 años, describió su accidente "como conducir con el pie fuera del coche". Y señaló: "Ese fue mi error y pagué por ello". En la entrevista en la ABC confesó también que pensó en su última voluntad. Comenzó a escribir unas "últimas palabras" a su familia en el móvil. Se puso en el peor de los escenarios, en "vivir con un tubo", conectado "a una máquina". Entonces reconoció que si tuviera que vivir con drogas y analgésicos, hubiera comunicado a su familia su deseo: "Simplemente dejadme marchar".

Aplastado por una máquina de 6.500 kilos

Renner, que ahora camina con el apoyo de un bastón, fue sometido a varias intervenciones en la pierna, donde le pusieron una varilla de titanio. Le reconstruyeron la caja torácica con metal y le colocaron placas y tornillos en el rostro y mandíbula. También le reconstruyeron la cuenca de uno de los ojos. El siniestro se produjo cuando perdió el control de la máquina pesada pesada que manejaba para liberar el hielo. Un fallo en el sistema de seguridad provocó que su pierna quedara atrapada bajo el quitanieves de 14.300 libras (casi 6.500 kilos). Ocurrió en su casa del Lago Tahoe, en Nevada (EE UU).

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