Famosos

La peli más vista de Obregón parte España en dos: ¿El Cuento de la criada o Esta abuela es un peligro?

Carmen Lomana es una mujer sin filtros, como volvió a demostrar este miércoles al opinar ante Susanna Griso en Antena 3 que Ana Obregón "va a ser abuela porque a la gestante la han inseminado con el semen de su hijo", dijo literalmente.

Pero la identidad del donante del esperma que ha permitido a la actriz ser madre es solo una de las tramas de la película basada en hechos reales que protagoniza está mujer de portada, que siempre disfrutó siendo la protagonista, aquella que llamaba a los periodistas de madrugada para contarles que había cocinado una paella a Spielberg cuando era una veinteañera.

La identidad del padre de la bebé es solo uno de los muchos frentes de debate abiertos tras el tsunami. Está el de la edad, el de si las mujeres que alquilan sus vientres son víctimas de explotación. Decía la ex vicepresidentas Carmen Calvo que comprende a quienes deseen tener un hijo y no puedan pero que una cosa es la ley y otra el deseo. 

La cuestión es que el caso Obregón trasciende las revistas y portales de crónica social y llega a periódicos, se cuela en los telediarios y todo tipo de programas, mañana, tarde y noche, traspasa nuestras fronteras y llena horas de tertulias en todas las cadenas de televisión sin excepción. Un paraíso para una mujer que lleva toda la vida gozando con ser el centro de atención, excepto cuando lo fue por culpa de una tragedia cuyo dolor nadie puede siquiera imaginar, salvo quienes lo hayan sufrido, como desgraciadamente ha ocurrido en otros muchos casos, solo que cuando son anónimos el duelo no sale en las portadas.

No cabe duda de que Ana Obregón está feliz. Eso es importante. Todo el mundo debe alegrarse por eso. Las dudas vienen por las madres de alquiler o por esa niña cuya madre probablemente no podrá estar en su boda salvo que se case muy joven. Pero sabemos que Ana Obregón está feliz no solo por porque lo dice ella, no solo por la media sonrisa con la que posa en la portada de Hola, una sonrisa que apreciamos gracias a que la flamante madre tiene el detalle de abandonar el hospital sin mascarilla para que los avispados paparazzi fotografíen a placer la dulce expresión de su rostro pleno de felicidad. Es curioso que las dos primeras declaraciones de Obregón tras salir a la luz una noticia que ha cambiado su vida para siempre las dedique a dejar claro que ella no está en el ajo de la exclusiva del año:

1. Dice que la han pillado los fotógrafos, o sea que ella no sabe nada de esta exclusiva.

2. Dice que, en contra de lo insinuado por Lequio, ni su amigo Raúl ni su representante e íntima Susana Uribarri han sido los topos que han filtrado la información. Nos preguntamos, ya que afirma categóricamente que sus amigos no lo han filtrado, si sabe quién sí lo ha filtrado. De otro modo, ¿cómo puede asegurar que no han sido ellos?

Lequio habla con el corazón

Nos extraña tan inusitado interés de Ana por proclamar a los cuatro vientos que ella no está cobrando por la portada de una cabecera como Hola, publicación a la que ha vendido decenas de reportajes a lo largo de su vida y en la que trabaja María Palacios, la mujer de Alessandro Lequio, una de las pocas personas que sabía las intenciones de la bióloga, según han reconocido ambos. 

Por cierto que el aristócrata italiano, contrario a los vientres de alquiler, no parece muy contento de que la madre del fallecido Aless vaya a darle una hermanita a su hijo. No le hemos escuchado la enhorabuena de momento y en cambio sí le hemos visto serio, contrariado, y haciendo gestos impropios de un Borbón con el corazón, y nos referimos al dedo que está entre el índice y el anular.

Lequio no está entre quienes confían en Obregón y se tragan que la exclusiva de Hola es fruto de investigaciones, guardias y mucha inversión por parte de la agencia que firma las fotos y el reportaje, porque llevan "tiempo con esto", dice Sandra Aladro, directora de la agencia y mujer de uno de los dueños. Argumentan quienes aceptan esa versión inverosímil de que Ana no está detrás de la exclusiva que la ex presentadora de Qué apostamos no tiene necesidad de sacarle a Hola el dinero para contribuir o incluso sufragar los centenares de miles de dólares en gastos de la subrogación porque es millonaria, y más después de fallecer su madre y su padre, el constructor que levantó La Moraleja.

Posiblemente olvidan que durante el tratamiento que siguió Aless Lequio en Estados Unidos, donde estuvieron acompañándole sus padres mucho tiempo, Ana y Lequio sufragaron parte de los inmensos gastos vendiendo exclusivas a las revistas, como llegaron a reconocer. Pero no todo es cuestión de dinero.

Lea también Obregón presenta sin Lequio la fundación de su hijo y habla del libro que escribe: "Lo hago con el alma desgarrada"

Ana Obregón siempre amó ser el centro de atención. Ella nació para ser portada, para llamar la atención, fue icono sexual y su posado en bikini marcaba el inicio del verano. Ana Obregón se alojó en casa de Julio Iglesias cuando se fue a Estados Unidos la primera vez y se iba por las noches a contarles cuentos a los dormitorios de Chabeli, Julio José y Enrique Iglesias, el mismo que años más tarde le confesó que ella fue su mito erótico. Y por supuesto, la protagonista de Ana y los siete lo contó.

Desgraciadamente, paseó sus lágrimas de madre como no lo había hecho ni Isabel Pantoja cuando Avispado mató a Paquirri. Con eso no contaba Ana. Esa parte del guión la destrozó. Pero décadas antes de que la tragedia de la muerte de su hijo la arrollara, incluso antes de que llegara al mundo el fruto de su relación con Lequio,  se prestó a las peleas con Antonia del Atte. A Ana Obregón le gustaba más ser portada que cualquier otra cosa. Paseó a Bosé, a Lequio, a Suker, a aquel polaco llamado Darek que luego heredó su amiga Uribarri. Y a Ana le gusta salir guapa, con el pelo arreglado, con las uñas perfectas y por supuesto sin mascarilla, para poder sacar gracias a su poderío de actriz esa expresión captada en la histórica portada de Hola, tan potente que ha dividido a España, y al mismísimo Congreso. Eso le permite a Ana estar en el candelero como en su mejores tiempos, un escenario perfecto para la promoción del libro de su hijo, que le edita Harper Collins.

El debate toma el Congreso: El Cuento de la Criada

Hace casi 40 años, Margaret Atwood publicó su novela más conocida, El Cuento de la criada, donde la mujer es considerada un objeto cuyo valor está en sus ovarios. La obra, muy conocida por la adaptación para la pantalla protagonizada por Elisabeth Moss, fue utilizada esta semana por varios políticos para dar su opinión sobre los vientres de alquiler, a raíz de publicarse que Ana Obregón ha sido madre a sus 68 años en Miami gracias a que otra mujer ha gestado a su hija.

Adrián Barbón, presidente socialista del Principado de Asturias, dijo sentir "un enorme desasosiego" al ver a la actriz salir del hospital en silla de ruedas con el bebé en brazos. También Gabriel Rufián o Pablo Echenique compararon el caso Obregón con la distopía escrita por la autora canadiense. Solo un día después de estos excesos, el PSOE anunciaba que endurecerá la ley para impedir casos de vientre de alquiler como el de Ana Obregón. De acuerdo con el portavoz socialista en el Congreso, si prospera la intención declarada del PSOE de reformar la ley vigente, no se podrán traer a España niños nacidos por gestación subrogada ni siquiera si vienen al mundo en países donde son legales los vientres de alquiler. A pesar de que la legislación española es clara y los prohíbe, miles de niños y niñas son inscritos cada año en nuestro país por el resquicio que permite tenerlos en lugares donde sí es lícita la gestación subrogada y luego registrarlos aquí.

Patxi López ha planteado la posibilidad de "reforzar" la legislación actual para "impedir" que haya personas que hagan uso de la gestación subrogada en el extranjero y luego inscriban a esos niños en España "como si no hubiera pasado absolutamente nada", ha dicho. "Debemos dar una vuelta a lo que tenemos en este momento para impedir que nadie tenga o quiera irse al extranjero a buscar fórmulas de alquilar a una mujer para tener a sus niños y que eso no pueda permitirle que cuando llegue a España inscriban con toda normalidad a sus hijos o a sus hijas como si no hubiera pasado absolutamente nada", ha declarado.

"Tenemos que reforzar nuestra propia legislación para impedir esto de irse fuera a comprar mujeres, en un país como el nuestro esto no lo deberíamos permitir, se produzca donde se produzca. Y por lo tanto deberíamos, sin poner carga en el niño, intentar impedir que incluso tampoco en el extranjero se puedan hacer estas prácticas", ha añadido.

"Hay que analizar cuál es la mejor fórmula para que esa gente que quiere tener un niño mediante gestación subrogada entienda que es imposible en nuestro país hacerlo, aunque sea alquilando fuera el cuerpo de una mujer", remataba. El PP sin embargo ha cambiado la que hasta ahora era su postura y se abre a iniciar un debate sobre la gestación subrogada siempre y cuando las gestantes presten su cuerpo de forma altruista y no medie relación mercantil. Más o menos en la línea de Ciudadanos. Los detractores de esta posición sostienen sin embargo que no es viable porque consideran que la inmensa mayoría de las mujeres que dan a luz niños al servicio de otras personas lo hacen a cambio de dinero, explotadas por encontrarse en situación desfavorecida. Vox no solo no está de acuerdo con este sistema de reproducción sino que pretende extender la prohibición y hacerla de alcance mundial. Para Podemos, directamente, estamos ante una forma de "violencia contra las mujeres", como recordó este miércoles Irene Montero, ministra de Igualdad.

Como vemos, Ana Obregón ha arramplado con las escaletas de los telediarios, con El Programa de Ana Rosa, con Sálvame, con el programa de Sonsoles Ónega, con el de La 1, con los de la Sexta, con Arús, con Más Vale Tarde, con  el espacio de Ana Terradillos; se habla de ella en la Cope, en la Ser en Onda Cero, en la radio de Jiménez Losantos y sale hasta en la prensa mundial. Y esto no ha hecho más que empezar. ¿Hay algo que haga más feliz a Ana, además de su nueva hija, que recuperar la notoriedad de los viejos tiempos protagonizar así su película más vista?

comentariosicon-menu0WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedin
arrow-comments