A la muerte de Jaime Ostos, en enero de 2022, cuando disfrutaba de unas vacaciones en Colombia, su viuda, la doctora María Ángeles Grajal, decidió poner a la venta el chalé donde residían el matrimonio y su hijo Jacobo Ostos, instalado en el apartamento del piso inferior.
La casa, situada en Villaviciosa de Odón, tiene casi 500 metros cuadrados, un gran porche, piscina y la parcela que la rodea mide 1.300 metros cuadrados. Han pasado catorce meses desde el fallecimiento del torero a los 90 años, y la residencia no se ha vendido todavía. Por ella se ha interesado la cantante Rosa López, estrella de la primera edición de Operación Triunfo y elegida para representar aquel año a España en Eurovisión. Alguien ha ido a visitar la casa en su nombre, pero finalmente, no hizo una propuesta concreta.
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El último posible comprador (hay alguna otra oferta) es un empresario chino que estaría dispuesto a pagar los 850.000 euros, con una rebaja negociable, que piden madre e hijo, sus actuales propietarios. María Ángeles Grajal, de 69 años, cree que la operación podría cerrarse en un mes. Después, ella se instalaría en un piso en pleno Madrid, para vivir una nueva experiencia como madrileña urbana. La especialista en Neumología pasa consulta cada día en una clínica del barrio madrileño de Argüelles.
El problema es dónde colocar todos los trofeos, premios y recuerdos personales que atesoraba el diestro y que llenan estancias y salones. No quiere desprenderse de lo que representan años de toreo y matrimonio, además de muebles y antigüedades importantes, y al mismo tiempo, quiere que su nueva casa sea sencilla y fácil de habitar. - La doctora Grajal asegura que sigue echando mucho de menos a su marido y hace poca vida social, excepto algunas corridas de toros, pero esta semana ha ido a una fiesta de noche, animada por su hijo Jacobo, que la ha acompañado. En abril, estará de nuevo en la Feria de Sevilla, donde siempre disfrutó de La Maestranza y las casetas junto a su marido.
Grajal y Ostos estuvieron juntos desde 1987 hasta la muerte del matador en Bogotá. Fruto de su unión nació su hijo Jacobo. El torero estuvo casado antes con Consuelo Alcalá (1960-1969), con la que tuvo a sus hijos Jaime y Gabriela. El astigitano tuvo otra hija, Gisella Ostos Díaz, fruto de la relación extramatrimonial del torero con Aurora Díaz Cano.
Además de sus dos matrimonios y de muchos romances, el torero vivió un sonado, largo, dilatado y apasionado romance con Lita Trujillo, la actriz de Hollywood, de origen israelí, viuda de Ramfis Trujillo, hijo del sanguinario dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo (el que Vargas Llosa retrata en La fiesta del chivo), y madre del fallecido Ramsés Trujillo y de Ricky.
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