Ver para creer. Isabel Pantoja estará este sábado 25 de marzo en el Baile de la Rosa de Mónaco. La tonadillera, tras regresar de Estados Unidos con su gira Enamórate, recibió la invitación por medio de un conocido común que tiene con los Grimaldi y todavía no sale de su asombro. Cuando no está subida a un escenario está la mayor parte de su tiempo recluida en Cantora. No se siente con fuerzas de ver a sus nietos, tal y como ha reconocido su hija, Isa Pantoja, pero esta invitación no la ha podido rechazar. Una oportunidad así no se presenta todos los días.
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"Yo voy como invitada. La invitación es preciosa, la voy a poner un marco, qué quieres que te diga, porque no creo que vaya a otro. Y voy a estar además con una gran artista, Shirley Bassey, que para mí es un honor. Así que esto no lo voy a vivir más", confiesa este miércoles en las páginas de Hola.

Además, la madre de Kiko Rivera e Isa Pantoja tiene una ilusión inmensa por conocer en persona a Carolina de Mónaco. Se identifica con ella, pues las dos sufrieron el drama de la muerte de sus respectivos maridos. Paquirri murió en 1984 y Stéfano Casiraghi en 1990 por un trágico accidente a bordo de su embarcación.
"Hemos tenido unas vidas muy paralelas. Lo que pasa es que ella tenía tres hijos y yo uno. Pero tenemos la misma edad, pasó lo mismo de la noche a la mañana y sin conocernos, no nos conocemos todavía, me sentí tan unida a ella en ese momento", relata la tonadillera.
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Se sentía tan unida a la hermana de Alberto y Estefanía de Mónaco por la desgracia que solo sentía ganas de abrazarla y compartir sus lágrimas: "Dios mío, me decía, ¿quién pudiera abrazar a esta mujer, abrazarnos las dos y sentir esa pena que tenemos en este momento? Porque sé como está ahora mismo, lo sé porque lo he vivido ya. Y ocurrió muy poco tiempo después. Por eso digo lo que es la vida, después de tantísimos años, hace casi 39, yo recibo una invitación para ir al Baile de la Rosa".
Así las cosas, cuando recibió la invitación de los Grimaldi no se lo creía: "Pues miro la invitación, pone mi nombre y veo que es de verdad. Me pregunta Agustín: '¿Qué vas a hacer?'. Y le contesté: 'No lo sé, porque me he quedado en shock. A ver si va a ser para otra persona'. Me dice: 'Anda ya, si al Baile de la Rosa va todo el mundo'". Isabel no cabe en sí de gozo: "Si Dios quiere conoceré a Carolina, pero estoy superfeliz y muy agradecida con el simple hecho de que se hayan acordado de mí y este año más. Eso ya es un triunfo para mí".

La intérprete de Hoy quiero confesarme, que posa en las páginas interiores con sus mejores galas, también prepara sus mejores atuendos para el gran fin de semana que le espera en Mónaco. Irá muy bien acompañada por su inseparable Agustín Pantoja y por un profesional que le ayude con el idioma: "Con mi hermano y un traductor. El inglés se me da muy malamente y el francés todavía peor".
La cantante, que mantiene una deuda con Hacienda de 500.000 euros y varios pleitos con un empresario sevillano y con Loli la Quiosquera, ha pasado por caja en la revista del saludo para hablar de lo ilusionada que está con su nueva gira. En los próximos meses hará un recorrido por los escenarios con motivo de sus cincuenta años en la música. Pasará por La Cartuja de Sevilla el próximo 23 de septiembre y se sumarán nuevas fechas. Además, está preparando un disco muy especial.
En lo personal, sigue sobrellevando el dolor por la muerte de su madre, Doña Ana, en septiembre de 2021, al igual que el de su hermano Bernardo, el padre de Anabel, en noviembre del año pasado. No obstante, respira algo más tranquila sabiendo que el nombre de su hijo, Kiko Rivera, está vetado en Mediaset por el Código Ético de la nueva cúpula. Se acabaron los ataques de su hijo, al menos en la cadena donde ha despotricado una y otra vez de ella en los últimos años.