Tiene más de 60 años y aparece en un momento en el que se cumple una década de la muerte de Sara Montiel (Campo de Criptana, Ciudad Real, 10 de marzo de 1928-Madrid, 8 de abril de 2013). Se llama María, reside en la localidad azteca de Guadalajara y asegura ser hija de la actriz manchega y del popular artista mexicano Pedro Infante.
No aporta pruebas coherentes y tan solo asegura que su presunto padre le hizo entrega de una pulsera de oro de parte de Saritísima. Incluso quiere hacer creer que se parece mucho a la que llama "mi madre", cuando no existe entre ellas el menor parecido físico.

En México nadie tiene constancia de que el icónico actor y la protagonista de La Violetera fueran amantes, por una sencilla razón: cuando se conocieron él estaba felizmente casado, y muy enamorado, de la que fue su segunda esposa, Irma Dorantes. Infante falleció en abril de 1957 en un accidente de avión, un viejo bombardero de la Segunda Guerra Mundial que pilotaba él mismo. Dejó huérfanos a siete hijos, nacidos de varias relaciones sentimentales.
Sara no aguantaba el olor de su galán y él no podía con la halitosis de la española
Sí se sabe que era amigo de Sara y que hicieron tres películas juntos, todas en el año 1952: Necesito dinero, Ahí viene Martin Corona y El enamorado. Aunque algunas fuentes afirman que había una buena relación entre ambos, otras hablan de que Sara no aguantaba el olor de Pedro, mientras que este decía que la manchega tenía mal aliento.
A pesar de todo, corre el rumor de que vivieron un corto idilio y que de esa unión podría haber nacido una niña. Algunos medios publicaron que el bebé nació muerto, mientras que en otros se manifiesta que vino al mundo y fue dado en adopción. También que ni Pedro ni Sara quisieron hacerse cargo de la criatura y que los padres adoptivos fueron unos españoles que se marcharon a vivir a España, exactamente a Valencia. Si esto fuera cierto, es evidente que al actor no le convenía reconocer una infidelidad a su legítima esposa y que la actriz no quería frenar su carrera profesional al convertirse en madre.

La tal María, según nos cuenta el escritor y biógrafo de la Montiel, Israel Rolón, "no tiene la menor credibilidad y en México consideran que está mal de la cabeza. Tampoco existe constancia de que Sara tuviera una relación con Infante".
Para liar más la historia, se especula con que la artista tuvo amores con Ramón Mercader, el asesino de Trotsky, encarcelado en México, y con un español, exiliado comunista, residente en ese mismo país, Juan Plaza. Hace años se llegó a publicar que con el uno o el otro, Sara pudo quedarse embarazada. Tampoco hay pruebas que lo confirmen.
Lo que está muy claro, y lo confesó la manchega en una entrevista, es que perdió varios bebés: "Sufrí once abortos, no pude tener hijos y por eso me decidí a adoptar", contó en vida. Nunca reconoció haber tenido hijos secretos y menos una hija a la que dejara abandonada en un hospital.