Rafael Amargo ya está de regreso a Madrid, después de su detención en Alicante el pasado jueves. Tras pasar varias horas en comisaría, donde fue tratado con toda corrección, la jueza decretó su libertad provisional sin fianza, aunque debe presentarse cada 15 días en sede judicial. Al bailaor de 48 años le acusan de nuevo de tráfico de drogas, el mismo cargo por el que ya fue procesado anteriormente.
El juicio por esa causa anterior se verá el próximo mes de junio. Esa implicación le ha costado quedarse sin pasaporte, la prohibición de salir de España y, según el granadino, la pérdida de varios contratos importantes de trabajo, pues no ha podido viajar a Turquía o la India, donde tenía cita con un Festival de flamenco y una película, respectivamente.
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Esta última detención está plagada aparentemente de irregularidades. Nos cuentan que Alicante no era la jurisdicción de los agentes que le detuvieron. También se han visto otras anomalías y han aparecido en la prensa datos que no son ciertos. Se ha publicado que Amargo fue abordado por la policía en la calle, después de actuar en un restaurante de Alicante, donde tenía un contrato para bailar cada noche de los jueves, por 200 euros.

Pero lo cierto es que los agentes le esperaban en la estación de Alicante, sin ninguna orden judicial, y que al acercarse a él, uno le dijo: "A ti ya te he detenido yo antes, ¿no te acuerdas de mí?", le dijo, mientras grababan su detención, algo que, según fuentes de la defensa del bailaor, "no es legal". "Y te subes al coche por las buenas o por las malas", añadió, presuntamente, el agente.
Amargo se tomó mal esos modales y se revolvió con brusquedad contra el agente, por lo que también ha sido acusado de atentado a la autoridad, un término que sus defensores consideran "exagerado".
Por otra parte su novia, Luciana, llegaba a Alicante en un autobús y también la esperaba la policía, que la cacheó y la obligó a abrir sus maletas delante de los otros pasajeros, desparramando ropa interior y otras pertenencias por el suelo. No fue detenida ni acusada de ningún cargo.

Este último episodio tiene relación con la denuncia del dueño del piso de Madrid donde vivía el artista. Nos dicen que le exige al bailaor que le compre la vivienda, ya que su contrato era de alquiler con opción de compra. Pero la situación económica del inquilino no le permite pagar una cantidad elevada para comprar el piso. Esa situación ha sido supuestamente lo que ha provocado las denuncias del propietario, en las que asegura que en esa casa se traficaba con drogas y Rafael Amargo era el jefe de esa trama.
En el episodio, el teléfono móvil del detenido desapareció y la policía dice no saber nada del aparato. Dentro de unos días, cuando el expediente llegue de Alicante a Madrid, Amargo y su abogado, Jaime Caballero, darán una rueda de prensa, dando su versión de lo ocurrido. Fuentes consultadas por este digital no descartan que el motivo principal de la detención en Alicante tenga que ver con ese móvil que ha "desaparecido" y que la policía dice no tener. Tal vez alguien esté revisando el contenido.