Isabel Pantoja se queja de que no ve a sus nietos, pero tampoco hace mucho por encontrarse con ellos. Eso es lo que ocurrió esta semana en la fiesta del noveno cumpleaños de Albertito, el hijo de Chabelita. La abuela brilló por su ausencia. Se excusa argumentando que se siente cansada tras su reciente gira americana. Es lo que asegura Dulce, la niñera del niño por temporadas y quien cuidó a la misma Isa en su infancia.

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Ella sí que estuvo en la fiesta, desbancando así a la tonadillera a modo de "abuela postiza". Albert, como le conocen los íntimos, siente adoración por Dulce, la conoce mucho mejor que a su propia abuela. Porque ha estado a su lado en lo bueno y el lo malo, mientras que la artista se ha perdido los pasajes más importantes de la vida de su nieto.

Pantoja está alejada totalmente de casi toda su familia, arropada tan solo por el incondicional hermano Agustí, su chico para todo, y en ocasiones por la sobrina Anabel, que ha sido su asistente en la gira americana. El resto, incluidos sus dos hijos y sus nietos, son ajenos a todo lo que sucede en la finca Cantora, el lugar de residencia, y enclaustramiento de la artista.

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En este sentido, Dulce De Lapiedra está demostrando a Isa mayor cariño que su madre. Es posible que Pantoja no acudiera al cumpleaños de su nieto precisamente porque sabía que la niñera estaría presente en la fiesta. Ni quiere verla ni en fotos, se llevan a matar, y eso que, según confesó Dulce en una ocasión, la madre de Kiko la quiso mucho: "Isabel me dijo que quería que envejeciéramos juntas", confesó Dulce hace años. Eran otros tiempos. Hoy ni se hablan ni se llaman ni se escriben.

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