Faltan cuatro meses para el día más importante de su vida y la marquesa de Griñón ya está nerviosa. Aún queda mucho que organizar y parece que no es ella sino el novio, Iñigo Onieva, el que ha tomado las riendas: "Dicen que las bodas son de las novias... ¿perdona? Íñigo lo controla todo, lo decide todo", dice Tamara Falcó.
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La hija de Isabel Preysler asegura que su prometido está entusiasmado con todos los preparativos, tanto que incluso le ha quitado el puesto a la 'wedding planner': "Se busca la página web para la boda y les dice a la empresa que se encarga 'Lo quiero así'. ¿Y entonces para qué les contratamos? Ha decidido el diseño de las invitaciones y no ha elegido mi vestido porque no le dejo verlo", ha dicho en El Hormiguero. "Es súper controlador".
Por suerte, los detalles del enlace no están provocando demasiadas peleas entre ellos: "Coincidimos bastante, menos mal", desvela Tamara. "En la elección del cura no se ha metido, ¿ves? Hace muchos años que mi familia conoce al padre Cruz y eso estaba claro", ha dicho entre risas.