La imputación de Achraf Hakimi por parte del juez que lleva su caso ha sido una de las noticias del día. La investigación de la fiscalía aporta datos suficientes para que el magistrado haya dado luz verde y haya prohibido al futbolista acercarse o contactar con la supuesta víctima. Horas después de saltar la noticia, la abogada del hispano-marroquí ha enviado un comunicado tajante: "Recuerdo por mi parte que la informante se negó a presentar una denuncia, se negó a someterse al más mínimo examen médico o psicológico y que la acusación se basa únicamente en sus palabras".
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La letrada Fanny Colin califica los actos de la mujer de un "intento de extorsión" y asegura que su cliente está "sereno y a disposición de la justicia". Y añade: "Mi cliente mantiene todas sus declaraciones. Ha optado por expresarse exclusivamente ante los tribunales y no desea dar publicidad al caso, en particular para preservar su seguridad".
Y mientras que Marruecos y el PSG defienden la inocencia de Hakimi, la que no ha dicho ni mu es su propia mujer, Hiba Abouk, a quien el escándalo ha pillado de vacaciones en Dubái con sus dos hijos, Amín y Naím. Algunos medios apuntan a que la pareja atraviesa una crisis desde hace meses y que la protagonista de El príncipe podría anunciar su separación vía comunicado en unos días.
Fue el pasado sábado cuando una joven de 26 años acudió a una comisaría de Val-de-Marne para comunicar que había sufrido una agresión sexual por parte de Achraf Hakimi. Según su versión, había acudido a la casa del jugador, situada en Boulogne-Billancourt, para conocerlo después de semanas intercambiando mensajes. Allí, el marido de Hiba Abouk se habría sobrepasado con ella, que logró escapar y llamar a una amiga para que la recogiera en su coche.
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