Mel B, la que fuera la "deportista" de las Spice Girls, ha reconocido que sus compañeras en el grupo musical sabían perfectamente los malos tratos y abusos que sufrió durante todo su matrimonio con Stephen Belafonte, aunque ella trataba de ocultarlo. Pese a su silencio y sus disimulos, sus amigas conocían la situación que no denunció inicialmente, por los mismos motivos por los que aún hoy es complicado denunciar los abusos dentro de una relación se pareja: todavía genera incredulidad entre las autoridades judiciales, policiales, y ante el conjunto de la la sociedad. Según Melanie, "la Policía no está educada a la hora de tratar estos temas. Esto no puede ser. Esto es ya una epidemia", ha denunciado.
En una entrevista concedida este miércoles para el programa de la BBC Newsnight, la artista de 47 años aseguró que consiguió ser "muy buena para ocultar cosas" justo cuando más intenso fue el calvario personal que sufrió durante los diez años que duró su matrimonio, pero que "ellas eran conscientes de lo que pasaba", refiriéndose a sus compañeras de grupo.
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La que fuera integrante de las Spice Girls relató su tortura hace cinco años, cuando se atrevió a describir los abusos sufridos por parte del productor Stephen Belafonte, padre de la menor de sus tres hijas, Madison de 11 años de edad. Según contó entonces Melanie Brown, los abusos empezaron en el primer año de su matrimonio, ya en 2007. La cantante obtuvo una orden de restricción contra el productor tras acusarlo de haberla golpeado, obligado a mantener tríos con otras mujeres y amenazado con hacer públicos videos sexuales para dañar su carrera y reputación.

Mel B explicó también en su día que durante su matrimonio, cada vez que ella tenía un logro profesional, él la pegaba para "hacerme saber que él era quien mandaba". En la nueva entrevista televisiva, la cantante se ha mostrado todavía muy emocionada y afectada por estos recuerdos, y reconoció que el abuso "es algo con lo que tendré que vivir el resto de mi vida".
La estrella británica, que es madre también de Phoenix Chi, de 23 años, fruto de su primer matrimonio con Jimmy Gulzar, y Angel, de 15 años de edad y nacida de sus relación con el actor Eddie Murphy, señaló que las víctimas todavía hoy no lo tienen fácil a la hora de denunciar y ser creídas: "Se les niegan derechos básicos. Es una misión nacional", por lo que la artista instó a los políticos a legislar y tomar medidas, ya que ella misma ahora, "todavía no me atrevería a denunciar el abuso doméstico, porque no sabría si puedo confiar plenamente en la Policía".
La cantante recuerda que hasta su madre le aseguraba que una vez se separase de su maltratador todo en su vida mejoraría, "pero no es así -confesó-. Tu mundo se pone patas arriba, tanto si has sufrido una situación de abuso durante una hora, un día, un mes, un año, diez años... Hay cosas que un abusador hace que tú nunca olvidas... son muchas las situaciones en las que te sientes humillada".

Melanie recordó cómo el maltrato sufrido anuló su autonomía personal: "Las cosas más simples como vestirme por la mañana, ¿qué me pongo? Estoy acostumbrada a que me digan qué ponerme de una manera tan agresiva que estas son cosas en las que no tenía que pensar... y lo hago", explicó.
En la actualidad, la Spice patrocina Women's Aid, organización para la que hace campaña contra el abuso doméstico y de violencia de género. A través de su denuncia pública quiere cambiar el sistema judicial porque considera que la Policía no está educada a la hora de tratar estos temas, ver las pruebas y señales de los abusos, y cree que no se toman en serio las acusaciones de maltrato.

Para la cantante "esto no puede ser. Cada vez son más jóvenes las personas que son víctimas de abuso doméstico. Esto es ya una epidemia. Cuando saqué mi libro, Catch A Fire, nadie quería hablar de esto. Era como un tema tabú. Es algo que todo el mundo sabe que pasa, pero nadie se atreve a hablar de ello", ha afirmado.