"Es una persona que no me parece interesante. No tiene nada que ver conmigo, somos la noche y el día". Es lo más dulce que Laura Boyer, que falleció el pasado 23 de febrero a los 57 años, dijo en la entrevista que dio poco antes de morir, y que este miércoles 1 de marzo se publica de forma póstuma. Laura, además, no guardaba relación con su hermana Ana.
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"Al principio Isabel Preysler era mi enemiga. Cuando murió mi padre pasé a odiarla", aseguró la hija de Miguel Boyer a la revista Semana. Laura nunca vio con buenos ojos la relación de su padre con la reina de corazones. La definió como "Una mujer fría, muy fría, muy calculadora...".
El que fuera ministro de Economía y Hacienda del Gobierno de Felipe González dejó a la madre de sus hijos mayores, la doctora Elena Arnedo, por Isabel en los ochenta, tras más de veinte años casados: "Nos lo contó mi madre. Nos llevó a mi hermano y a mí a comer a un restaurante chino y allí nos lo dijo. Yo no me lo creía, le dije que estaba loca... No me pegaba nada. Pero al final la creí". No fue fácil para la familia: "Además, mi padre iba y venía, no se decidía, y eso cabreaba todavía más".
La boda llegó en 1987 y Boyer cada vez se alejó más de sus hijos: "Cuando se casó con Isabel mi padre nos veía a mi hermano [Miguel] y a mí a solas, en algún restaurante, y poco tiempo... Después, quedábamos ya en la casa de Puerta de Hierro, y recuerdo que nos sentábamos delante de un cuadro horrible de Isabel que me daba pánico".
Para ella, Isabel tenía gran parte de culpa en el distanciamiento entre padre e hijos: "Él mismo se excusaba diciendo que el corazón tiene razones que la razón no entiende. No te creas que no se daba cuenta...". En este sentido, fue bastante clara: "Para mí, Isabel es una persona hiperposesiva, que alejó a mi padre".
Por otro lado, dijo que la filipina no ayudó a Boyer a raíz del ictus que sufrió en 2012, marcando sus últimos dos años de vida: "En mi opinión, ella no le cuidó nada, le puso un montón de gente para cuidarle, pero ella no le cuidó".
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Laura, reconoció, llegó a sentir odio contra Preysler cuando murió su padre en septiembre de 2014: "Antes no. Mientras él vivió solo la tenía como una enemiga". La relación que las dos mantuvieron durante unos años fue bastante fría: "He tenido relación con Isabel, pero con muchísima hipocresía".
Laura falleció en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, dos años y medio después de que le fuera diagnosticado un linfoma de Hodgkin. Después de un durísimo tratamiento con radio y quimioterapia, Laura decidió dejar la medicación y afrontar su final con serenidad, pero tuvo tiempo de despedirse de sus cuatro hijos, muy pendientes de ella todo el tiempo, y de decidir que quería ser enterrada en el cementerio de San Isidro, junto a su padre, fallecido en 2014.Pero su último deseo no fue posible, tal y como contamos en Informalia, por "ciertas dificultades" por parte de Isabel.
Renunció a la herencia de su padre
En su entrevista póstuma, Laura también habló de la herencia de su padre, que terminó rechazando: "Renuncié a ella. Solo me pedían dinero y me daban un busto y unas guías de Madrid. El busto pesaba más de lo que valía. Así que entre el gasto de llevármelo y los gastos médicos que me reclamaban, decidí ir a un notario y firmar la renuncia".
El motivo de su entrevista póstuma
Ella misma lo explicó: "Siempre he querido hablar, lo que pasa es que no estaba en disposición porque mis hijos eran muy pequeños o tenía problemas con mi exmarido, lo de la herencia de mi madre...". Su progenitora murió en septiembre de 2015, un año después que Miguel. "Había muchos frentes abiertos y no quería abrir más. Ahora esos frentes ya han terminado, me veo más liberada... Los niños ya son todos mayores de edad... Y además, estoy mal de salud y me apetece hacerlo".
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