El atractivo actor protagonista de la serie Mad Men, Jon Hamm, de 51 años, acaba de perdirle matrimonio a su joven novia desde hace dos, Anna Osceloa, 17 años más joven que él. El intérprete ha roto su promesa más firme, ya que siempre aseguró que no se casaría nunca.
El futuro matrimonio se conoció en 2015 precisamente en el set de la serie que ha hecho famoso a Hamm con su interpretación del publicista "Don" Draper, donde la joven Osceloa tuvo un pequeño papel como la recepcionista Clementine del retiro espiritual de California llamado Esalen, al que el protagonista acude al final de la historia.
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Justo fue ese año cuando Jon finalizó una su relación sentimental de 18 años con Jennifer Westfeldt, quien al igual que él, aseguraba que no iban a casarse nunca. Tras trabajar juntos, Jon y Anna comenzaron a ser vistos compartiendo ratos en público, aunque no fue hasta el año 2020, cuando se pudo comprobar que compartían el confinamiento por el coronavirus, cuando se confirmó que mantenían una relación.

Los actores hicieron su debut en la alfombra roja como novios en 2022, cuando asistieron juntos a la fiesta posterior a los Oscar de Vanity Fair y después a los premios ESPY del mismo año. Ya durante una entrevista televisiva emitida en septiembre de 2022 y recién cumplida la cincuentena, el actor dejó entrever que podía llegar a casarse algún día: "Estoy en una relación en este momento y es cómodo. La relación es más significativa y ha abierto la posibilidad de cosas como estar casado, tener hijos, definir un nuevo versión de la felicidad, la vida, el bienestar".
Durante esa entrevista en el programa Howard Stern. Jon sorprendió al público conocedor de su postura a favor de la soltería: "Suena cursi y lo que sea, pero es real y estoy trabajando para poder decirlo mejor. Estoy muy enamorado".

Prometió que jamás se casaría
Hamm siempre que se le preguntaba por el tema afirmaba que nunca se casaría, porque no tenía el "chip de matrimonio" dentro de él. Así lo manifestó de manera categórica en una entrevista condedida en 2012, en la que aseguró no creer en el matrimonio y no anhelar ser padre.
La razón que el ganador de un Emmy esgrimía para rechazar ese compromiso era que no tenía un ejemplo particularmente definido de matrimonio en su vida: "Mis padres se divorciaron cuando yo tenía dos años y nunca se volvieron a casar. Así que no significa nada para mí".

Jon ha reconocido que uno de los traumas que también contribuyeron a su rechazo al compromiso fue la muerte de su madre cuando tenía 10 años, hecho que le llevó a tener que recibir terapia: "Desempaquetar todo ese trauma y darse cuenta de que cuando pierdes a alguien que es tan importante para ti, como una madre, tan temprano, eso crea una herida que bloquea gran parte de esa accesibilidad emocional", afirmaba entonces.