Este martes la felicidad de Manuel Díaz El Cordobés, de 54 años de edad, tras divulgar cómo se desarrolló el primer encuentro con su padre, el también torero Manuel Benítez, que ya tiene 86 años, y todo lo que ha sentido al cumplir sus sueños ha generado ríos de tinta. También ha querido hablar de sentimientos su hermana, Mari Ángeles Benítez Raigón, de 53 años, también hija del emblemático diestro, que consiguió el reconocimiento paternoen el año 2004 con similar proceso al vivido por Díaz. Ella no pudo acudir al aniversario del título de Califa del Toreo de Benítez, evento en el que se produjo el encuentro filial entre su padre y su hermano, pero estaba invitada, por supuesto: "Claro que me gustaría conocer a mi hermano", ha reconocido.

Mari Ángeles está feliz con la noticia: "Muy contenta. Y sobre todo, mi padre está muy bien y la verdad es que las cosas cuando son, tienen que ser. A mí todo esto me ha pillado con la cabeza en otra cosa, pero sí que lo he vivido con muchísima felicidad", explica en una entrevista publicada por Semana.

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No ha podido acudir al acto en el que se celebraban los 20 años del reconocimiento a su padre, el diestro Manuel Benítez El Cordobés, como Califa del Toreo, pero él quería que ella estuviera allí, para poder juntarse los tres; su nuevo hijo reconocido, su hija y él. Lo ha vivido desde la distancia: "Estoy en Barcelona. Oyendo a Manuel, me sentí muy identificada con todo lo que dijo. A mí me ha pasado y me gustó mucho cómo habló. Vi mucha verdad en sus palabras y me sentía todo el rato muy identificada con todas las cosas que contaba. Su historia es muy parecida a la mía", explica.

Si, la historia es bastante similar.  Ella también interpuso una demanda de paternidad contra su padre, Manuel Benítez, que ganó en el año 2004. Aunque el juzgado falló a su favor, tardó "más de un año" en ponerse su apellido. En su día Mari Ángeles aseguró que lo único que buscaba era el cariño de su padre. "Jamás he hablado mal de él, nunca. Siempre dije la verdad. Las circunstancias me llevaron a demandarlo, como hizo Manuel, pero ahí acabó todo. Yo con él tengo una relación… y es lo que a mí me importa", confirma después de los años.

Lógicamente, la pregunta oportuna es qué relación espera tener con su "nuevo hermano" y si quiere conocerle: "Sí, claro que sí. Yo no tengo problema. De hecho, a mí mi padre me invita al evento del vigésimo aniversario de su proclamación como Califa del Toreo. Él quería que yo estuviese ahí, pero yo no sabía que Manuel también iba a ir. Al final, con lo de mi madre, me tuve que venir a Barcelona y me llevé una sorpresa. ¡No tenía ni idea! Pero él quería que yo estuviese ahí, con él tengo una buenísima relación. Aunque no salgamos en prensa y aunque no la expongamos", asegura.

Dice que le ha gustado todo lo que ha dicho Manuel Díaz y que se siente totalmente identificada. "Son vivencias muy iguales. Cuando lo escuchaba decía: "¡Joder!, es que está contando lo mismo que me pasó a mí, ¿no?". Pero me encantó, ¡claro que sí!", confirma contenta. 

Ha tenido que perderse este momento tan especial para su padre y su hermano porque su madre está enferma: "Es ahora mi prioridad. Ella lo ha vivido también muy bien. ¿Que las cosas tardan más en llegar? Pues bueno… Lo importante es que lleguen", dice quien no conoció a su padre en persona hasta 2017, cuando por fin se encontraron.

Cuenta sin darle demasiada importancia que mantiene una excelente y fluida relación con él. "Yo llamé a mi padre para decirle: 'Papá, lo he visto. ¡Qué bonito!'. Hablé también con su pareja, con MariÁngeles. Y es que yo tengo una relación muy buena con ellos. Es buenísima. Tenemos una excelente relación".

Gracias a esa comunicación, ha podido explicar cómo se está tomando todo esto el octogenario diestro de Córdoba. "¡Bueno! Él está muy contento, muy feliz y muy tranquilo. Ahora sí que está muy bien, ¡claro que sí!".

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