Emocionado y feliz. Así se ha mostrado Manuel Díaz en su comparecencia ante los medios para contar, explicar y relatar cómo se produjo uno de los días más importantes y deseados de toda su vida; el encuentro con su padre biológico, el también torero Manuel Benítez. El diestro, en su gran día, ha deslizado que Julio Iglesias le ha felicitado. Fernando Osuna, el abogado que le llevó la demanda de paternidad a Manuel Díaz, es el mismo que lleva el caso de Manuel Santos, el supuesto hijo del artista.
Manuel, muy emocionado, contó lo que ha sentido el día del reencuentro: "Y entonces llega el día y en ese momento es la primera vez en mi vida que yo escucho la palabra que llevaba toda la vida queriendo escuchar. Él me está esperando en mitad del camino, yo me tiro del coche y me dice: 'Hijo, todo llega, ya estamos aquí'. Esas palabras se me clavaron dentro. En ese momento se me nubló el mundo. Me vi con él. Yo tocándole y él tocándome. Esa sensación no la he sentido en mi vida con nadie. No me lo podía creer".
Díaz ha elegido este martes para convocar a todos los medios de comunicación y explicar el último capítulo de la historia de su vida, en la que la búsqueda del reconocimiento por parte de su padre ha sido su columna vertebral. Tras dar las gracias por el apoyo recibido siempre por los medios de comunicación en esta odisea de acercamiento filial, ha relatado como por fin padre e hijo acercaban posturas y protagonizaban un emocionado reencuentro el pasado 14 de febrero, coincidiendo con el Día de San Valentín.

Conmovido, ha comenzado diciendo que "había oído la verdad, pero necesitaba la mía". Después ha relatado cómo supo que llevaba la razón biológica que el parecido físico ya evidenciaba: "Tengo que saber a ciencia cierta porque tengo miedo, aunque parezca duro y que siempre he tirado para adelante, he sufrido ese miedo. Está claro que no me arrepiento y salió mi verdad. Yo estaba en el campo, esa situación es muy traumática...de repente recibo una llamada de teléfono y me dice que tengo un 99%... dice que somos compatibles".
Perdón sin reproches
El Cordobés hijo asegura haber cumplido todos sus deseos desde que era un niño. Lo que más deseaba era poder abrazar a su padre y que este le reconociera como hijo, para lo que ha tenido que esperar 54 años: "Yo buscaba meterme debajo de él, que me acurrucara".
El Cordobés hijo ha continuado abriéndose en canal al describir a su padre, el torrente se sentimientos de ese día y la importancia de la palabra perdón: "Es un ser humano muy especial. Es un ser humano que te traspasa. Yo necesitaba decirle lo que le dije. Me senté y le dije: 'Perdona si he hecho algo que no debiera, pero las circunstancias me han obligado. Y él me dijo: 'Perdóname tú a mí'. Y ya está. Es lo que necesitaba".
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Lógicamente, para la vida de ambos, hay un claro antes y un después de ese día: "En ese momento hemos nacido los dos. No había palabras, no había reproches. No había nada porque era nuestro momento... Las palabras pueden mentir, pero la piel no miente. Lo que yo sentí en mi cuerpo y en mi piel no mentía". No obstante, el diestro ha desvelado que con tanta emoción, "esa noche caí malo. Estuvimos juntos un montón de horas. Lo conocía tanto sin haber estado con él que él se quedaba sorprendido. Él me dice: 'Yo también sé muchas cosas de ti y empieza a contarme cosas mías".
La foto y el momento de su vida
Este 14 de febrero el torero publicaba en sus redes sociales una preciosa foto abrazado a su progenitor, en un blanco y negro que parecía de colorines por la felicidad que transmitía, y la comentaba con sencilla elocuencia: "¡La foto de mi vida!".

"Yo he vivido con el 'no' toda mi vida. Pero he hecho siempre lo que me ha dictado mi corazón", ha continuado explicando el diestro, y ha recordado que sintió una sensación de satisfacción enorme cuando surgió la oportunidad de tener un cara a cara con su padre, por primera vez, tal y como lo deseó siempre Díaz: "Me dije 'esto no lo voy a perder. Necesito verlo a medio metro de mí porque es algo vital en mi vida".
Manuel Díaz ha reconocido que se cumplían todos sus sueños: "El contacto fue al principio telefónico, hasta que llega el día en que decidimos vernos. Y a mí se me permite que sea como yo quería que fuera, con las personas que quería: una reunión íntima con las personas que quería.. Con su compañera Mari Ángeles, que es un ángel en la tierra, y que ha hecho posible esto y se lo agradeceré siempre, mi mujer Virginia y yo".

En la comparecencia también ha tenido palabras entrañables para el resto de sus seres queridos. Ha hablado de su hermano Julio: "un tío fantástico. Me he encontrado con mi hermano y me siento feliz de haberme encontrado con él. Pero en 2018 me surge un problema y me tengo que operar de la cadera... Se me apareció otra vez la oportunidad de mi vida, la oportunidad del reencuentro. La historia de mi vida es la historia de un chaval que se inculca en el respeto y en el amor".
También, cómo no, ha hablado de su madre, María Dolores Díaz: "Mi madre ha sabido convertir las cosas negativas en positivas... Han sido años que no han sido fáciles. Mi madre... ( aquí se ha emocionado) dice que os de las gracias que ella está tranquila. Está feliz, tiene una edad y no quiere participar porque delegó en mi, supo apartarse y animándome y apoyándome. Sobre todo entendiéndome. Os manda un beso y os pido que respetéis su postura".
Díaz estaba tan pletórico, que no se ha olvidado de nadie a quien haya querido, como quien fue en su día su suegro, José Luis Martín Berrocal, padre de su primera mujer, Vicky Martín Berrocal, quien siempre le ha apoyado en la cuestión de la paternidad, como en todo lo demás.
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