Dani Alves ha cambiado hasta en cuatro ocasiones de versión sobre lo ocurrido respecto a la agresión sexual ocurrida en la noche del 30 de diciembre pasado, por la que está en prisión preventiva, pero para no perder a su mujer, la modelo Joana Sanz, ha insistido en un detalle como excusa: "No recuerda nada de aquella noche porque estaba borracho", según aseguran haber confirmado en El Programa de Ana Rosa, de fuentes cercanas al futbolista.
El jugador habría llamado por teléfono hasta en dos ocasiones a su mujer desde la prisión para pedirle perdón y prometerle que iba muy borracho aquella noche. Siempre según El programa de Ana Rosa, Alves le ha dicho a la modelo que "está muy afectado" y que "no recuerda nada de aquella noche porque estaba ebrio".

Estas escusas se han conocido después de los rumores sobre la posible separación del futbolista y su mujer, Joana. En el mismo programa matinal de Mediaset, la periodista Leticia Requejo aseguró que la modelo había llegado a pedir el divorcio al futbolista, información que la modelo dejó claro que era falsa a través de sus redes sociales.
Fue el pasado 5 de febrero, cuando Joana visitó a Dani en la prisión de Brians 2, donde está internado. La modelo llegaba al centro penitenciario acompañada de Bruno Brasil, amigo del futbolista que precisamente estaba con Alves en la noche en la que terminó acusado del supuesto delito. Tras visitarle durante más de 50 minutos, la mujer de Alves declaró con contundencia su postura: "No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida".
Tras muchos días de rumores, la modelo canaria, que este fin de semana reaparecía en la pasarela de la MBFW madrileña, con rostro muy serio durante su salida del centro penitenciario, confirmó que no hay planteado ningún divorcio. Cuando le preguntaron sobre si su marido le negó un vis a vis, Sanz contestó firmemente que eso "es mentira".
Las demasiadas versiones de Alves
El jugador de fútbol encarcelado ha cambiado varias veces de versión sobre lo que ocurrió aquella noche en la discoteca Sutton. El pasado jueves, tratando de seguir una nueva línea de defensa, admitió por primera vez que hubo "penetración vaginal", aunque en todo momento habla de que fue sexo "consentido".

Hasta ese momento, el detenido había admitido haber mantenido relaciones, pero una felación, sin penetración. Sin embargo, ha tenido que cambiar su declaración tras el último informe de laboratorio que confirma que el semen encontrado en la vagina de la joven de 23 años que ha denunciado al futbolista del Barça coincide con el ADN de Dani.
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