La llegada a Madrid de Joana Sanz para su inminente regreso a las pasarelas ha sido "agridulce". Parece que la mujer de Dani Alves no se esperaba que una multitud de fotógrafos y reporteros le esperaran a las puertas de la estación de Atocha para preguntarle por la situación de su marido.

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Al llegar al hotel, la modelo canaria se ha quejado de dicha situación a través de sus redes sociales: "Bueno, ya estoy en Madrid. Había llegado muy emocionada, pero gracias por aguarme el día. A los de la prensa que me recibieron en la estación de tren, quiero decirles que sois unos seres humanos horribles". 

"Espero que podáis dormir por la noche con ese cargo de conciencia, de intentar hacer daño con preguntas que no proceden a una persona que simplemente intenta salir hacia adelante con su trabajo. La empatía no existe, gracias", añadía visiblemente molesta. 

Este jueves, era la propia Joana la que compartía en Instagram la noticia de su reparación como modelo: "Como algunos de vosotros ya sabéis, regreso a las pasarelas españolas, mañana estaré en la Madrid Fashion Week. Esto no habría sido posible sin la ayuda de un profesional, de un psicólogo que me ayude un poco a esta exposición pública ya a ser evaluada físicamente como tantos de mis compañeros que tenemos que lidiar con eso". 

Para la joven, de 29 años, no están siendo días fáciles. A la entrada en prisión de su marido el pasado 20 de enero acusado de una presunta violación a una joven en Barcelona, se sumó el fallecimiento de su madre a causa de un tumor en los ovarios. Este sábado, sin embargo, supondrá una pequeña alegría para la tinerfeña. De la mano de la firma Lola Casademunt desfilará en Cibeles a partir de las 19:00. 

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