La historia de amor entre el rey y la ex vedette ha vuelto a la primera línea de la noticia 40 años después. El documental sobre la vida de Bárbara Rey y la entrevista que concedió este martes a Risto Mejide ha dejado al descubierto detalles inéditos de su relación con don Juan Carlos, que duró más de diez años. Sus primeros encuentros fueron en Zarzuela pero su verdadero nidito de amor estaba a 15 minutos del palacio y era un chalé propiedad del CESID.
La vivienda se encuentra en la Calle Sextante 9 de Aravaca, Madrid. Tiene 355 metros cuadrados y dos pisos, con seis baños y cinco dormitorios, solo uno de ellos (el que utilizaban Bárbara y el emérito) ligeramente amueblado, pues el resto de la casa estaba vacía: "Era un lugar frío, desocupado y vulgar", dijo ella hace unos años. El exterior es de ladrillo visto, con puertas y ventanas en blanco y rejas a la calle. ¿El precio? Alrededor de 700.000 euros.

La actriz y el entonces Jefe del Estado accedían por separado para no levantar sospechas entre los vecinos y lo hacían, además, por la puerta del garaje, desde donde accedían a la vivienda por unas pequeñas escaleras lejos de miradas ajenas.

El CSID contrató una empleada doméstica para que adecentara la casa horas antes de los encuentros entre los enamorados. Su obligación era mantener la vivienda limpia, reponer algunos artículos del frigorífico, sobre todo fruta y champagne, y que nunca faltara crema y perfume en el cuarto de baño.