Joana Sanz, tras visitar a Dani Alves el pasado fin de semana en la cárcel de Brians 2 y asegurar que no tiene intenciones de pedirle el divorcio, puso rumbo a París. Tras unos pocos días en el país vecino, la modelo tinerfeña ya ha regresado a Barcelona.
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"Sácame mona, por lo menos", ha dicho incluso a los periodistas que han grabado su llegada al aeropuerto. La visita de la maniquí a París podría haber tenido segundas intenciones: "Se va a instalar en París y en su escapada ha estado viendo alquileres", ha asegurado Carlos Quílez este miércoles en Y ahora Sonsoles.

La modelo canaria y el futbolista brasileño se conocieron en 2016 en Barcelona gracias a unos amigos en común. Un año más tarde se casaron en Formentera en una boda íntima.
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Desde la entrada en prisión provisional de Alves el pasado 20 de enero, acusado de presunta violación a una joven en Barcelona, los movimientos de Joana en redes han sido un tanto desconcertantes, pues por sus idas y venidas no quedaba claro si le mostraba su apoyo o no al ex jugador del Barça. No obstante, este sábado, en su visita a la cárcel se mostró clara: "No le dejaré solo en el peor momento de su vida".
Este martes se filtraron nuevos detalles de la última declaración del deportista. Ha pasado del "no conozco a esa señorita" (en la primera) al "hubo tocamientos" (la segunda), "una felación" (la tercera) a, finalmente, reconocer que mantuvo con ella una relación sexual "con penetración".
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