Amador Mohedano recuerda con cariño a su cuñado Pedro Carrasco. El pasado 27 de enero fue el 22 aniversario de su muerte, y el tío carnal de Rociíto asegura, rotundo, que "si Pedro viviera no permitiría a su hija hacer lo que ha hecho". Se refiere a su rechazo a la familia. A sus tíos, hermanos, hijos. "Era un gran señor, cariñoso, con un gran sentido del humor, simpático, maravilloso, familiar, tenía muchísimas cualidades positivas. Para nuestra familia fue un orgullo que se casara con Rocío. Nos dolió mucho la ruptura, porque seguían muy enamorados, pero la vida es así, a veces te da sorpresas muy duras. En ocasiones hay errores imperdonables", dice el ex de Rosa Benito.
Lea también - Amador lamenta no tener dinero para empapelar a Rocío Carrasco y Fidel: "Pondría demandas como quien echa a las cartas"
La relación entre los cuñados fue mucho más fluida que la que hoy Mohedano mantiene con José Ortega Cano, el viudo de su hermana Rocío, con el que apenas se ha visto en contadas ocasiones desde que falleció la Jurado.

En el baúl de los recuerdos, Amador se remonta a la época en la que se enteró de que su hermana empezaba a flirtear con Carrasco: "Conocí a Pedro en la finca en la que ahora vivo en Chipiona. Apareció con un coche deportivo italiano color butano y fue todo un espectáculo. Tener como pretendiente de mi hermana Rocío a una gran figura del boxeo me llamaba mucho la atención. Y lo más importante es que los dos se compenetraron muy bien desde el primer momento".