Desde una fotografía de Paquirri comiendo con Isabel Pantoja en Mallorca hasta la última más novedosa de Isabel Preysler junto a Mario Vargas Llosa con caras de enamorados, además de la baronesa Thyssen o Norma Duval. La historia de la prensa rosa española se eleva a arte en la primera exposición conjunta de paparazzis que se inaugura este 7 de febrero en la galería Nikon de Madrid.
Al principio se trataba de un prensa especialmente orientada al público femenino que trataba de mostrar la perfección de la vida de los ricos y famosos en una España emprobrecida bajo el régimen franquista. Pero durante la Transición democrática, la prensa rosa comenzó a perseguir a eso mismo ricos y famosos para evidenciar su humanidad y mostrar no solo sus lujos, si no también sus miserias.

Esos años 80, y también los 90 son la época dorada de los paparrazzi, que va a poder verse en la muestra coral organizada en la sala Nikon de Madrid solo durante dos meses. "Todos los personajes tuvieron su momento de gloria, por ejemplo, Isabel Sartorius, de la que hay varias fotografías en la exposición, o Bibi Andersen... hay gente que ha tenido una relación maravillosa con la prensa", explica el fotógrafo Bernardo Paz, uno de los responsables de la muestra.
Tal y como explica a El Cierre Digital Bernardo, " en la exposición "están los más representativos de la profesión, dos de ellos fallecidos, como lo es Queca Campillo, que ha saltado a la palestra mediática por su amistad con el rey Juan Carlos".
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Junto con, como se los llama entre los profesionales, los "personajes" toreros, folclóricas o actores, la Casa real española siempre ha sido objetivo para la prensa del corazón. "Cuando le hicieron las fotografías del rey desnudo, uno de ellos era un fotógrafo argentino. Obviamente cuando salió todo el tema, vino al Club Náutico donde estábamos y se dirigió a mí porque pensaba que era yo. Me golpeaba con el dedo en el pecho, me puso a caldo y me dijo: "¿Quieres guerra? Pues vas a tener guerra"?, recuerda Paz.

De aquella anécdota el fotógrafo recuerda que acabó muy bien: "Mis compañeros, que trabajaban en EFE, dijeron que se iban, únicamente nos quedamos otro compañero y yo. Posteriormente ya dijeron que yo no había sido. El rey vino, me abrazó y me dijo: "Qué cagazo, ¿eh?". Yo le respondí: "Ni se lo imagina majestad". Después nos fuimos a tomar un whisky y nos acabamos bebiendo tres botellas", y asegura que en aquella época "el Rey venía a jugar al mus con los redactores y los fotógrafos e incluso nos enseñó el anterior 'Fortuna'. Aunque siempre se han mantenido las distancias".
Los paparazzi, señalados por la muerte de Lady Di
Bernardo se pone nostágilco al explicar cómo ha cambiado la relación entre los personajes más relevantes del papel cuché y los fotógrafos. "Antes estábamos en bodas, cumpleaños, pedidas de mano e incluso funerales. Ahora la relación con lo que yo llamo 'personajillos' es completamente diferente. Rocío Jurado nos quería muchísimo. Hemos estado con ella muchísimas veces en su casa, en la comunión de Rocío Carrasco... eso se ha perdido", analiza Bernardo.
La profesión de paparazzi se hizo más popular a partir de 1997, con la muerte de Lady Di, ya que la sociedad en general señaló como responsables del accidente de la princesa de Gales a los fotoógrafos que la perseguían ese día. "Nos gritaban: ¡paparazzi has matado a Lady Di!", recuerda Paz.

El término paparazzi nació en la película La Dolce Vita, de Fellini, que incluyó un personaje que corría por la Vía Veneto buscando actores para la prensa americana. Allí sí se popularizó el nombre de paparazzis, pero en España se les ha llamado siempre fotógrafos del corazón.
"Había una simbiosis entre nosotros y los personajes", afirma Bernardo Paz, que recuerda cómo la relación entre la prensa rosa y los personajes era respetuosa y en muchas ocasiones incluso familiar. "La madrina de Rocío Cuenca, hija de Antonio Cuenca, fotógrafo de la revista Diez Minutos, es Rocío Jurado, la madrina de Carlitos Álvarez es Fedra Lorente o la Bombi. Éramos amigos. Nos veíamos muchas veces, viajábamos o cenábamos juntos. Ahora eso ha desaparecido".

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