El Premio Nobel de Literatura ha hablado públicamente con motivo de su ingreso en la Academia Francesa el próximo 9 de febrero, evento parisino al que está invitado el mismísimo rey Juan Carlos y la ex mujer del escritor, Patricia Llosa, con quien suenan rumores de reconciliación tras sus últimos acercamientos.

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Isabel Preysler, por razones evidentes, no figura en la lista de invitados de Mario Vargas Llosa. El autor de La ciudad y los perros ha hablado a regañadientes de su "experiencia" con la reina de corazones. Se mantiene cauto y no saca trapos sucios: "Yo no voy a hablar de Isabel, para nada (...) La experiencia ha sido magnífica, pero no literaria. No se puede convertir en una novela, eso", ha confesado en El País. Eso sí, aclara: "No me arrepiento de nada". 

Tan solo se ha limitado a decir que el mundo de ella, el de la civilización del espectáculo, no encajaba con el de él, el literario: "Son dos mundos muy distintos, muy separados. Pero bueno. La experiencia se vivió y ya está, vuelvo a estar en mi casa, rodeado de mis libros". El peruano salió de Villa Meona tras siete años de relación y volvió a su casa del centro de Madrid, cerca del Palacio Real. Allí vivió con su ex mujer, Patricia.

El creador de La fiesta del Chivo también ha hablado para El Mundo: "Yo estaba muy enamorado de Isabel. Pero digamos, ese mundo no es mi mundo". Sobre Los Vientos, el relató que publicó en 2021 con ciertas similitudes a su vida en Villa Meona, asegura: "Pasó completamente desapercibido y ahora está en todas partes (...) Mensajes absurdos y disparatados. Nunca jamás en la vida se me hubiera ocurrido ridiculizar a Isabel. En esa época yo me llevaba muy bien con ella. Ni siquiera recuerdo cuándo escribí yo esos episodios que han sacado en los periódicos, ¡incluso en Francia, en un artículo de Le Monde!".

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Isabel Preysler fue la encargada de anunciar su ruptura el pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Según su versión, los supuestos celos infundados del escritor provocaron la separación. Algo que ya negó ante la prensa el propio Vargas Llosa, en una de las pocas ocasiones que respondió, de forma escueta, a los periodistas que aguardaban a las puertas de su hogar madrileño.

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