Terelu Campos, a sus 57 años, parece haber renunciado al amor y al sexo. Así se lo ha confesado a su especialista oncológico, en el que confía desde hace ya varios años. En una reciente visita a la consulta, la presentadora estalló en lágrimas y confesó sus más íntimos pensamientos sobre su sexualidad: "Sé que nunca más voy a volver a tener relación con ningún hombre".

La hija de María Teresa Campos ha verbalizado sus sentimientos durante su última revisión oncológica, en la que el médico le ha confirmado que todo está bien "aunque en la analítica ha salido que tengo el hígado graso". Cuando la presentadora le preguntó si iba a realizarle una ecografía, el doctor le dijo que no era necesario.

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En ese momento, "por primera vez, me desmoroné ante él y le confieso que sé que nunca volveré a tener relaciones", ha relatado la hermana de Carmen Borrego en la revista Lecturas. "Soltarle esto fue un marrón para él, porque me puse a llorar. Me tiene aprecio y yo a él. Es mi ángel de la guarda en la Tierra".

Terelu acude habitualmente a este especialista para tratarse su historial cancerigeno. A la periodista se le detectó un tumor en su mama derecha en 2012 cuando contaba 46 años. Tras vencerlo, en 2017 se le detectó otro cáncer, por lo que decidió realizarse una doble mastectomía.

Debido a estos antededentes, Terelu mantiene una medicación y un régimen de visitas a este especialista, que tan bien la conoce. Tras su confesión sobre el futuro de sus relaciones, el doctor le preguntó : "¿Crees conveniente tratarte psicológicamente?", a lo que la mayor de las Campos respondió: "Lo tengo muy asumido. Esto no es una preocupación en mi vida".

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Lo que sí le preocupa a Terelu es la situación que viven en su entorno familiar. La presentadora de Sálvame reconoce que esta es la verdadera razón por la que rompió a llorar ante su médico. A la pena y el dolor de toda la familia por la deslicada salud de su madre, María Teresa Campos, se une el dolor por el distanciamiento de su hermana Carmen con su hijo José María y su nuera, Paola Olmedo, y a la polémica sobre el chófer Gustavo, Kiko Hernández y las acusaciones de ser los "topo" que desde el entorno familiar filtraban las noticias sobre María Teresa.

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