Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón puso rumbo a Abu Dabi, bajo el regazo de su abuelo, tras verse implicado en una pelea con navajas a las puertas de una discoteca madrileña, ubicada en el Barrio Salamanca. Más de dos meses después, han arrojado nuevos testimonios acerca de lo ocurrido aquella noche, la madrugada del 25 de noviembre.

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Hay que recordar que un amigo de Froilán sufrió una herida de arma blanca en el antebrazo de 2,5 centímetros. No obstante, ahora aseguran que el navajazo a las puertas de la discoteca Vandido no iba para él, sino para el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar: "Lo más grave es que la puñalada iba hacia él", aseguró el paparazzi y periodista Sergio Garrido en Fiesta este fin de semana.

De esta forma, el periodista añadió: "Su amigo se puso en medio y se llevó el navajazo, que iba en realidad dirigido a Froilán (...) Si no se mete su amigo...". El amigo de Froilán acabó en el hospital. El hermano de Victoria Federica, que aseguró haber sido como mucho "testigo" o "víctima" de este altercado, le acompañó hasta el centro sanitario. En esta pelea también se vio implicada Isabel Mateos Pérez-Íñigo, alias La Pechotes. 

Froilán, con el abuelo Juan Carlos en Abu Dabi

Tal y como contó Informalia en exclusiva, Froilán, su hermana Victoria Federica, y su madre, la infanta Elena, viajaron a Abu Dabi tras el funeral de Constantino de Grecia en Atenas para disfrutar de unos días más con don Juan Carlos, que reside allí desde 2020.

Tras verse implicado en esta pelea con navajas, trascendió que Froilán se iba a mudar por un tiempo con su abuelo y así alejarse de las polémicas y los focos. Cabe recordar que tanto Froilán como su hermana influencer se disputan el título de más fiestero de nuestra familia real. A todas las polémicas, se suma también la bronca que habría tenido Froilán con Rafa Mora en un after madrileño. 

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Sus apariciones en prensa tienen más que ver a menudo con juergas nocturnas o el faranduleo, donde Vic ha encontrado un medio de vida que poco tiene que ver con los deseos de sus padres de cómo ha de ganarse el pan su hija pequeña. La imagen de los hijos de Jaime de Marichalar no tiene nada que ver con los Urdangarin, mucho más reservados y con comportamientos ejemplares.

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