Desde el entorno de Blanca Cuesta nos llega el enfado de la nuera de la baronesa Thyssen con su suegra. Las declaraciones de Tita Cervera a Risto Mejide, atacando a las personas más cercanas a su hijo, acusándoles de haberla separado de su hijo "le han sacado de sus casillas", porque dicen que "es evidente que es un dardo directo hacia Blanca", con la que "nunca ha tenido una relación demasiado correcta".
Tita fue clara: "Las personas que rodean a mi hijo no son como era Borja ni como soy yo". O sea, cree que el ambiente que rodea a su hijo no es el más favorable para que los desencuentros materno filiales se normalicen.
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Otra confidencia, esta del círculo cercano a la baronesa, añade que "hay que recordar que Tita era uña y carne con Borja hasta que Blanca llegó a su vida". Se ha publicado que la baronesa no aguantaba a esa mujer y ofreció a su hijo comprarle una casa si rompía con su novia. Un oferta que él no aceptó y se puso del lado de su novia, enfrentándose así a su madre. Aunque en ocasiones intentan aparentar una unión familiar sin fisuras, nada más lejos de la realidad.

Lejos quedan los buenos momentos vividos por madre e hijo en la época en la que vivía el barón Heinrich Thyssen, cuando la armonía reinaba en una familia que, entonces sí, estaba muy unida.