"Aunque no tengamos tetas ni ovarios, estamos vivas". Así hablaban cara a un público emocionado, que llenaba el salón del hotel Alfonso XIII de Sevilla, las excepcionales modelos que desfilaron el pasado viernes en la XI edición de la pasarela We Love Flamenco, creada en su día por la top model andaluza Laura Sánchez, junto con el empresario sevillano Javier Villa. Este desfile especial se celebra desde hace años en beneficio de la Fundación Sandra Ibarra.
La semana de la moda flamenca, que finalizó la noche del viernes en la capital hispalense, dedica siempre una de sus pasarelas a la asociación creada por la modelo Sandra Ibarra, superviviente de cáncer en dos ocasiones. La primera vez que detectó la enfermedad tenía 20 años y cuando creía que había la superado, recayó siete años más tarde. Hoy, tiene 48 años, está totalmente restablecida y más guapa que nunca.

Sandra vive dedicada en cuerpo y alma a ayudar a quienes padecen esta enfermedad, a sus familiares, a proporcionar medios materiales a instalaciones sanitarias, y a dar ilusión y ánimos a quienes la han superado.

Cada año, la fundación reúne a decenas de supervivientes, durante un fin de semana en una localidad andaluza, para reencontrarse, intercambiar impresiones, hacer actividades, y por qué no, divertirse.

Con el apoyo de Juan Ramón Lucas
Las modelos que desfilaron este viernes en Sevilla eran todas ellas mujeres que habían padecido cáncer; que estaban en tratamiento o todavía en plena enfermedad. Alguna de ellas, que llevaba un mes en la cama, hecha polvo por la quimioterapia, se levantó para vestirse de volantes, sacando fuerzas de flaquezas, como otras de sus compañeras, dispuestas a protagonizar su día grande.

La ilusión de sentirse queridas, acompañadas y valoradas les dio ánimos para subirse a la pasarela. Y allí, movieron sus abanicos, mantones y faralaes y hasta se marcaron pases de sevillanas o flamenco, con un ánimo envidiable, mientras muchos de los asistentes lloraban de emoción ante el coraje de estas valientes mujeres.
El periodista Juan Ramón Lucas, novio de Sandra desde hace muchos años, nunca había asistido a este desfile y se quedó impresionado por un ambiente lleno de la alegría y el buen ánimo de estas singulares modelos, "sin tetas ni ovarios", pero más mujeres que nunca, cuyo lema este año era Las ganas, ganan.

