Año nuevo, vida nueva. Alejandro Sanz y Rachel Valdés han comenzado 2023 con ilusionantes proyectos vitales. Entre todos ellos, destaca su mudanza a una impresionante mansión en Somosaguas, una de las zonas más exclusivas de Madrid.

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Se trata de un espectacular chalet de 2.000 metros cuadrados levantado sobre una superficie de 6.500 metros cuadrados, tal y como adelanta la revista Semana este miércoles. La propiedad, de estilo moderno, cuenta con un enorme jardín con piscina y un gimnasio, entre otras instalaciones y estancias que no se quedan atrás. 

Para dejarla completamente a su gusto, el cantante y la artista cubana han llevado a cabo una serie de reformas. Ambos han dejado espacio para desempeñar en casa sus respectivos trabajos. Él no puede vivir sin un estudio de música, mientras que ella necesita su espacio para los pinceles y las brochas. Atrás dejan la casa de La Finca, en una zona cercana, donde vivían de alquiler desde que el compositor de El alma al aire se separara de Raquel Perera en 2019 después de doce años juntos y dos hijos en común, los pequeños Dylan de 11 años y Alma de 9. 

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Alejandro y Rachel comienzan el año igual de enamorados que el primer día. Su relación se conoció poco después de trascender la separación del cantante y Perera. La empresaria se mostró profundamente decepcionada con él padre de sus hijos en las páginas del papel couché: "Sabía dónde me metía porque lo había visto. Conocía los apetitos desordenados de los artistas, esos camerinos llenos de mujeres con deseos incontrolables, todos los intereses creados alrededor de él? Pero me desnudé y me tiré a la piscina. Pensé: 'Aquí estoy, disparadme'. Y claro, pronto empecé a notar las balas por todas partes", llegó a confesar.

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