Una vez más la polémica abraza a las Campos y la desesperación de Telecinco por evitar desangrarse perdiendo audiencia a borbotones, hace que Sálvame sea para ellas o para cualquier famoso que les ayude a parar la sangría de espectadores más peligroso que un leopardo acorralado. Este miércoles, la revista en la que trabaja Terelu y a la que Carmen Borrego vende las informaciones que tienen que ver con sus alegrías y sus desgracias, publicaba en portada la preocupación que existía por el estado de salud de María Teresa Campos. Desde el minuto uno todo el mundo pensó lo mismo: "Ya están las Campos vendiendo a su madre". De hecho, las redes sociales señalaron inmediatamente a las hijas como las responsables de que esa información se filtrara. Ahora apuntan desde Telecinco a que el topo puede ser Gustavo, el chófer y persona de absoluta confianza de María Teresa Campos desde hace muchos años. Kiko Hernández va más lejos e imputa algo que huele a delito al empleado de María Teresa, al que la veterana comunicadora trata como al "hijo" que nunca tuvo: dice que tiene miles de horas de grabaciones de conversaciones privadas hechas en la intimidad y realizadas sin que ellas lo supieran. Pero el topo que filtró la noticia sobre la salud de María Teresa Campos es otra persona.
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En el programa en el que trabajan las Campos ya dejaron claro que alguien había filtrado esa información. La propia Terelu también: "Yo tomo el lunes la decisión de llevar a mi madre a la clínica y hablo con mi hermana. Ella está de acuerdo y nos ponemos en marcha para hacerlo. Yo tengo clarinete que la información del ingreso se la filtra a alguien a la revista el lunes". ¿Pero quién puede ser? Kiko Matamoros, que mantiene una gran relación de amistad con Luis Pliego, el director de la revista Lecturas, dice que "esa información le ha llegado a la revista de alguien muy cercano, muy cercano", recalca.
Kiko Hernández, que ahora señala al chófer, le preguntaba a Carmen si ella se lo habría contado a Luis Pliego a cambio de un aguinaldo, puesto que ella había reconocido que el lunes habló con Luis Pliego. "Nunca haría eso y menos a costa de mi madre. No lo dudes. Jamás haría eso".
Lo peor de todo esto es que el propio director de la revista envió un mensaje a Terelu mintiéndola. "Ya le he contado a Carmen cómo ha sido. El martes por la mañana nos llegaron las imágenes del hospital. Pudimos cambiar la portada porque aún no la habíamos enviado a imprenta", le escribió Pliego a Terelu en directo, sin imaginarse que ella lo leería en alto. Según ha podido saber Informalia de fuentes de la editorial catalana que publica la revista, Lecturas se envía a imprenta el lunes por la noche y se imprime durante la noche del lunes al martes. De hecho, a primera hora de los martes por la mañana se tienen que cargar los camiones de la empresa que se encarga de hacer llegar la revista a toda España. Si no, es casi inviable que el miércoles esté en los quioscos. Pero eso es para todas las revistas. Las revistas de los miércoles cierran los lunes porque tienen que estar ya impresas los martes a primerísima hora. "Ya te digo yo que si el martes a media mañana hubieran impreso una nueva portada no hubieran estado el miércoles en los quioscos. Es materialmente imposible y te lo puede decir cualquiera que se dedique a esto", nos aseguran.

Es cierto que extraña que si el martes por la mañana deciden cambiar la portada porque hay fotos del ingreso, como dice el director, luego la revista no lleve ninguna imagen de esas. A esto se suma que en el interior de la revista dicen que "al cierre de nuestra revista María Teresa estaba pendiente de acudir a una clínica y quizás quedar ingresada". Entonces, ¿ya se había producido el ingreso y por eso lo sabían, como asegura el director? ¿O estaba pendiente de acudir a una clínica, como dicen en la revista?
En realidad, Luis Pliego estaba encubriendo a Carmen Borrego. Según nos aseguran a Informalia, "ha sido Carmen quien informó a Lecturas de que su madre iba a ingresar en una clínica el martes. Se lo dijo el lunes y Kiko Hernández no estaba desencaminado". También nos dicen que "Kiko Matamoros también lo sabe, por eso recalcó que era alguien muy cercano a Teresa Campos la que lo había filtrado".
Tal vez por eso es por lo que la información que maneja la revista sea muy personal y con información médica de Teresa Campos; información que, como dice Gema López, no se puede publicar en un medio si no es con consentimiento y que si ellas no se lo han dado deberían mostrar cierto cabreo con la publicación.
No es la primera vez que se busca a un topo en la familia Campos. La última vez las propias hijas dejaron entrever que dudaban del chófer de María Teresa. Siempre echan balones fuera. La propia Carmen se encargaba de decir que el martes había agencias de paparazzi en la puerta del hospital y que no sabía cómo se habían enterado. Tal vez de la misma manera que la famosa comida en casa de Teresa Campos. Carmen Borrego lo niega y el director de Lecturas oculta su fuente. Pero solo es su versión.