El intercambio de acusaciones y los dardos envenenados entre la reina de corazones y el Nobel no cesa. Ellos aseguran de cara que solo quieren tranquilidad y seguir adelante, pero otros mensajes que no salen directamente de sus bocas tejen una guerra de propaganda. El resumen es que ninguno va a permitir que la reputación de uno y otro quede en entredicho. Empezó Isabel Preysler tildando de celoso a Vargas Llosa.

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Tanto los hijos como los amigos del escritor siguen enfadados por la entrevista que concedió la madre de Tamara Falcó y las razones que aludió para justificar la ruptura. Este lunes, ha sido Jiménez Losantos, muy cercano al círculo personal del peruano, el que le ha leído la cartilla a Preysler: "Sobraba la puñalada para decir 'Lo dejo yo'. No tienes por qué dejar al ridículo a un hombre con 86 años que se quedó como se quedó", ha dicho.

El periodista añadió: "Me pareció una canallada por parte de Isabel lo de los celos infundados. Es una manera fea de acabar algo que estaba terminado. Los amigos de Mario jamás la van a perdonar".

¿Otra oportunidad con Patricia Llosa?

Losantos también ha hablado de la fotografía que este lunes ha publicado Álvaro, el hijo de Vargas Llosa, y que muestra a toda su familia unida en Lima el pasado mes de septiembre. Es la primera imagen de Mario y su ex mujer, Patricia, desde que se separaran, y ha disparado los rumores: ¿podría haber una reconciliación entre ellos ahora que Isabel Preysler es pasado? No hay respuesta clara para esta cuestión, pero el periodista sí tiene claro que el futuro de Vargas Llosa está más cerca de Perú que de España: "La cuestión de fondo viene del virus. Cuando llega y a él le da tan grave que está varios días en la UCI y a punto de ir a paliativos, los hijos vienen porque creen que se muere. Mario estaba realmente mal, y en el momento en que se recupera piensa que no se quiere morir aquí. Ese es un momento clave. Quiere ser recordado como premio Nobel, no como el padrastro de Tamara. Y surge el asunto de volver a los orígenes cuando te ves mal. No se quiere morir aquí", ha dicho.

Además, también habría intereses políticos en la posibilidad de que Mario regrese a su país natal: "El nuevo gobierno quiere que vuelva por una sensación de normalidad. Si el gobierno convence a Mario, lo lógico es que al acabar la promoción de la novela viaje a Lima. Los amigos también le quieren allí". Y ha añadido: "Ha cambiado el Gobierno en Perú y hay una situación de exilio real que vivía Mario. Lo de septiembre es la vuelta de todos a Lima y demuestra hasta qué punto Mario y Patricia se han arreglado".

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